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“El debate continúa”

12 de septiembre de 2011

Los atentados del del 11-S en EE. UU. y sus consecuencias para el mundo son analizados por editorialistas.

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EE.UU. conmemora la tragedia y sigue alerta.
EE.UU. conmemora la tragedia y sigue alerta.Imagen: dapd


The Independent
, de Londres: “Como consecuencia de los atentados del 11 de septiembre de 2001 se constata, en principio, que la opinión pública en los países musulmanes se ha apartado de EE. UU., especialmente en Pakistán, donde la oposición contra el conflicto militar en Afganistán ha convertido a este aliado histórico de EE.UU. en un bastión de sentimientos anti-estadounidenses. Otras pérdidas que hemos sufrido son las limitaciones de las libertades ciudadanas y las numerosas y graves restricciones que tenemos que soportar al viajar. Muchos piensan que Blair y Bush despertaron con sus reacciones militarizadas a los ataques terroristas las mismas energías que intentaban sofocar. Si queremos salir poco a poco de la sombra de este día aciago, el debate debe continuar.”


"Instrumentalización del terror"

Tageszeitung, de Berlín: “No sólo los medios liberales y la intelectualidad critican en EE. UU. la instrumentalización del terror llevada a cabo por políticos de derecha, sino también el común de la gente. Están de duelo. Recuerdan. (…) Y no ven con buenos ojos que su país se haya preparado para ese día como para una guerra. Sobre todo el estado de alerta por nuevos atentados desconcierta a los habitantes de Nueva York y Washington. Muchos no saben qué es peor: si el miedo a un nuevo ataque terrorista o la falta de confianza en la honestidad del Gobierno. Después de todo, es época de campaña electoral. Y se preguntan qué es verdad y qué es circo político. Claro que se debe satisfacer la necesidad de seguridad de un país traumatizado. Pero, ¿debe hacérselo de ese modo?”


"11-S, a los libros de historia"

Der Standard, de Viena: “Lo que queda es la certeza de que el 11-S fue el atentado terrorista más sangriento de la historia, pero, en definitiva, un crimen espantoso sin un mensaje profundo, y que no deja ninguna lección importante a las futuras generaciones. En el fondo, las tragedias no sirven para convertirse en la base de la conciencia histórica y de la identidad de un país, ya que promueven la paranoia política. Afortunadamente, EE. UU. ya superó esa fase. Para los familiares de las víctimas, el 11-S sigue vivo, pero para el país ha llegado el momento de dejar que el suceso descanse en los libros de historia.”


"Se salvó a la democracia"

Lidovne Noviny, de Praga: “Se logró salvar a la democracia, que se está imponiendo incluso en partes del mundo árabe en las que, anteriormente, se la consideraba perjudicial. Pero el entusiasmo inicial por el modelo de democracia occidental de exportación ha sido remplazado, entretanto, por una cautela que linda con el derrotismo. Mientras los estadounidenses marcharon con visible orgullo hacia Afganistán, en Libia dirigieron todo por control remoto. Al mismo tiempo, el centro del poder económico y financiero sigue desplazándose hacia el continente asiático. No todo depende, claro está, del 11-S. Al hacer un balance de la década pasada, se debe contemplar el panorama en su totalidad. Occidente no ha sido derrotado. Pero una victoria es algo muy distinto.”

Autora: CP/ dpa
Editora: Emilia Rojas