A 60 años de Auschwitz: "nunca más"
25 de enero de 2005Las conmemoraciones por el 60 aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz han comenzado. A la Asamblea Extraordinaria en las Naciones Unidas, en Nueva York, siguió el acto solemne organizado por el Congreso Mundial Judío con la presencia de sobrevivientes del horror nazi, en Berlín. Al primero asistió el ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer, y al segundo, el canciller alemán, Gerhard Schröder.
El sentimiento de vergüenza por los horrores cometidos, la responsabilidad germana con el pasado y las lecciones que Alemania -y el mundo entero- deben sacar con vistas a genocidios presentes y futuros fueron los grandes temas de los discursos que pronunciaron ambos políticos. Es de imaginar que hablar representando a la nación en cuyo nombre se perpetró consciente y voluntariamente tanto mal, no fue tarea fácil. La responsabilidad de sacar de ello una lección hacia el presente fue subrayada, sobre todo, por el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan, y por Elie Wiesel, sobreviviente de Auschwitz y premio Nobel de la Paz.
La ideología nazi
Durante la conmemoración en Berlín, el canciller alemán, Gerhard Schröder, recalcó que la ideología nazi había sido una invención humana, voluntaria e intencional, por cuyos muertos él expresaba su vergüenza. Alemania tiene responsabilidad con su pasado y la obligación moral de no olvidarlo, declaró el canciller. "Tanto mal no debe ocurrir otra vez, y nosotros no podemos negarlo o reaccionar vacilantemente, como lo hicieron muchos cuando los nazis operaban en sus fábricas de la muerte", recalcó por su parte el ministro Fischer.
El Holocausto fue brutal, "una absoluta abominación moral, una negación sin precedente o paralelo de todo lo civilizado", dijo Fischer. Y el mismo tono usó el canciller Schröder para calificarlo: "fue el más profundo desgarrón de la civilización, por la dimensión de dolor y crueldad infligidos a millones de personas".
"No cabe desviar la responsabilidad a un supuesto "demonio" Hitler, ya que la ideología nazi no surgió por generación espontánea, sino que fue creada y secundada por las personas. Judíos, gitanos, homosexuales, enemigos políticos, prisioneros de guerra y miembros de la resistencia de toda Europa fueron aniquilados con fría e industrial perfección o esclavizados hasta la muerte", puntualizó Schröder.
A los sobrevivientes de Auschwitz
El canciller alemán agradeció a los sobrevivientes de Auschwitz presentes en el acto el haber regresado a Alemania a restablecer la comunidad judía. Advirtió de la necesidad de combatir con la confrontación política tanto las consignas y provocaciones de la ultraderecha como los sentimientos antisemitas. "No debemos consentir que el antisemitismo vuelva a herir o a expulsar a ciudadanos judíos de nuestro país y a avergonzar a nuestra nación", aseveró el canciller. Por su parte, Fischer aseguró a Israel que "la seguridad de sus ciudadanos siempre será un factor no negociable en la política exterior alemana".
Nuevos genocidios
La lección extraída de ello es que no debe repetirse, "nunca más". En ello coincidieron tanto los discursos de Schröder y Fischer, como el de Kofi Annan. La Convención Internacional sobre el Genocidio es la herramienta para ello, pues compromete "a todos, independientemente del origen, raíces culturales, religiones o color de la piel, a respetar y proteger la vida y la dignidad humana en todo el mundo", prosiguió Schröder aludiendo a la declaración de la ONU de 1948.
Sin embargo, y al decirlo Elie Wiesel puso el dedo en la llaga más actual, "si el mundo hubiera aprendido de los horrores cometidos en los campos de concentración nazis, tal vez se habrían evitado los genocidios en Camboya, Bosnia y Ruanda" Y culminó con una exhortación: "Sabemos que para las víctimas ya es muy tarde. Para ellos, que fueron abandonados por Dios y traicionados por la humanidad, la victoria llegó demasiado tarde. Pero no es muy tarde para los niños de hoy, los nuestros, los suyos".