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Por el tiquete al Mundial

Daniel Martínez10 de octubre de 2013

La selección alemana debe derrotar este viernes 11 de octubre a Irlanda si quiere asegurar su participación en el próximo Mundial de Fútbol. Una mal resultado complicaría el viaje a Brasil 2014 que hoy parece seguro.

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El seleccionador Joachim Löw supervisa el entrenamiento de Alemania para el partido contra Irlanda en Colonia.
El seleccionador Joachim Löw supervisa el entrenamiento de Alemania para el partido contra Irlanda en Colonia.Imagen: Dennis Grombkowski/Bongarts/Getty Images

La ventaja alemana en el grupo C de la eliminatoria europea es cómoda. Con 22 puntos y una diferencia de goles de +21 es líder, y a primera vista luce inalcanzable. Aún así, su participación en el Mundial Brasil 2014 necesita ser sellada, y esto solo se lograrará obteniendo un buen resultado contra Irlanda en el estadio de Colonia, ante su propio público.

El riesgo sueco

Algo distinto a una victoria contra los irlandeses podría apretar la clasificación alemana al Mundial en caso de que Suecia doblegue a Austria en el segundo partido del grupo este viernes.

Los suecos, que son segundos en la tabla de posiciones, se acercarían así a Alemania, equipo que les visitará la próxima semana en el estadio Friends Arena, en el área metropolitana de Estocolmo, para cumplir con la última jornada de la eliminatoria.

En Berlín, hace un año, Suecia demostró cuán peligroso puede ser. Entonces le anotó cuatro goles a Alemania.
En Berlín, hace un año, Suecia demostró cuán peligroso puede ser. Entonces le anotó cuatro goles a Alemania.Imagen: picture-alliance/dpa

Entonces ambas selecciones se estarían jugando la clasificación directa a Brasil, que obtiene quien gane el grupo. Suecia llegaría al partido con 20 puntos, a dos de Alemania si esta pierde ante Irlanda, o a tres si el juego depara un empate.

“Vamos a ganar en casa. Queremos dejar las cosas claras en Colonia y tenemos todo a nuestro favor”, anunció el seleccionador alemán Joachim Löw, quien es el primer interesado en empezar a preparar el Mundial 2014 lo más temprano posible.

Alemania desea, además, evitar a toda costa la dramaturgia del más reciente partido contra Suecia. Hace casi exactamente un año, el 16 de octubre del 2012, se jugó en el Estadio Olímpico de Berlín en la eliminatoria al Mundial de Brasil.

Los alemanes dominaron a los suecos a su antojo y a la pausa se fueron con una ventaja 3-0 que en el minuto 55 aumentarían a 4-0 en una exhibición de poderio.

Pero el marcador final sería un 4-4, pues cuando todo parecía resuelto la selección vivió la peor media hora en la era del entrenador Löw y terminó pidiendo al árbitro que pitara el final para poder sumar al menos un empate luego de haber encajado cuatro goles que pudieron haber sido más.

Récord de ausencias

Contra Irlanda, que llega a Colonia con un entrenador interino, Noel King, tras el despido del italiano Giovanni Trapattoni, el mayor problema que enfrenta Alemania no es el rival, sino la falta de jugadores.

Por primera vez en su historia la selección registra ocho bajas en la convocatoria: los atacantes Mario Gómez, Miroslav Klose y Lukas Podolski; los gemelos Lars y Sven Bender; y el eje del Dortmund Ilkay Gündogan, Marcel Schmelzer y Marco Reus.

Pese al regreso al equipo nacional de Bastian Schweinsteiger y Mario Götze, del Bayern, ambos ausentes en las convocatorias recientes por lesión, el seleccionador Löw no podrá alinear al mejor once que Alemania posee, y se verá obligado nuevamente a improvisar en un par de posiciones.

De otro lado, al entrenador alemán las bajas de todos estos jugadores, en especial la de los atacantes, le abre una puerta por la cual puede permitir el ingreso de la “filosofía Guardiola” en la selección. Löw podría aprovechar la oportunidad para utilizar contra Irlanda a Thomas Müller como “falso nueve”, algo que su colega español del Bayern ha venido haciendo con éxito en partidos recientes.

Pensando en el futuro

Alemania, según dejó entrever Joachim Löw, tampoco se va a “guardiolizar” completamente. En el partido contra Irlanda la selección presentará al capitán Philipp Lahm y al vicecapitán Bastian Schweinsteiger, en sus posiciones regulares.

En vez de formar como volante de contención, donde ahora juega en el Bayern, Lahm regresará a la banda derecha como lateral, mientras Schweinsteiger recuperará el puesto por delante de la línea de defensa.

La selección, pese a estar todavía a una victoria de Brasil 2014, ya está pensando en el Mundial, en la agenda de preparación antes del viaje a Suramérica, y en la logística que requiere la participación en el evento. Los planes van incluso más allá, extendiéndose hasta la Eurocopa del 2016, y por esta razón se contempla que el entrenador Joachim Löw, en caso de triunfar sobre Irlanda, renueve hasta esa fecha su contrato con la Federación Alemana de Fútbol.