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Abbado, uno de los músicos más importantes de Europa, cumple 75 años

24 de junio de 2008
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El fuego de la Filarmónica de Berlín casi no se había extinguido todavía, pero Claudio Abbado ya estaba dirigiendo de nuevo. La entrega a la música ha sido lo que ha convertido al italiano, que este jueves 26 de junio de 2008 cumple 75 años, en uno de los directores musicales más renombrados de toda Europa. Cuando el techo de la Philarmonie ardió a mediados de abril, el director y sus músicos tuvieron que salir corriendo del edificio. Pocas horas después ensayaban el "Requiem" de Hector Berlioz en la Ópera Estatal de Berlín.

Desde que le diagnosticaron un cáncer de estómago en el año 2000, Abbado ha reducido su número de actuaciones a unas 35 por año. Todas se llenan y sigue brillando después de que Sir Simon Rattle le sucediera hace cinco años como director jefe de la Filarmónica. Sus actuaciones siguen siendo de las más preciadas en la temporada musical de Berlín.

A partir de 1989, tras el imperio de Herbert von Karajan, Abbado logró dar un nuevo estilo a la Filarmónica de Berlín y transmitírselo a sus oyentes.

Nacido en Milán en 1933 en el seno de una familia de músicos, empezó con el piano para más tarde trasladarse a Viena a aprender con el director Hans Swarowsky. Leonard Bernstein se fijó en él cuando ganó el concurso Mitropoulos en Nueva York. En 1965 Abbado ya dirigía los Festivales de Salzburgo y después se convirtió en director musical de la Ópera Estatal de Viena y de la Filarmónica de Viena, cargo que abandonó en 1991 en medio de fuertes tensiones con la dirección de la casa.

Desde muy pronto, Abbado puso su atención en la modernidad, dirigió algunas de las obras principales de Luigi Nonos y organizó junto al pianista Maurizio Pollini conciertos para trabajadores y estudiantes en la provincia italiana de Reggio Emilia. En Viena fundó más tarde el festival "Viena Moderna" y dirigió ahí obras de Stockhausen, Lígeti y Kurtag. Como director de ópera, el especialista en Verdi y Rossini fue solicitado en las grandes casas como la neoyorquina "Met" o la londinense "Covent Garden". Sus mayores obras son quizá "Simon Boccanegra" y "Don Carlo" de Verdi, así como su ciclo de las Sinfonías de Beethoven con la Filarmónica de Berlín. Agencias