Abre en Ginebra la cumbre mundial sobre el empleo
15 de junio de 2009“Ustedes son testigos de que en la crisis de los años 80 y 90 el FMI y el Banco Mundial tenían todas las soluciones para los países pobres. Cuando la crisis ocurre en los Estados Unidos, en Japón y en Europa, ni el FMI ni el Banco Mundial tienen la menor propuesta para solucionar la crisis”, dijo el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva.
Al igual que Lula, también el presidente francés, Nicolás Sarkozy y la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner se dirigieron ante los representantes de los 183 países miembros que toman parte en una cumbre de la Organización Mundial del Trabajo (OIT) que discute sobre las políticas implementadas a nivel nacional e internacional para enfrentar la crisis mundial del empleo y tendrá tres días de duración.
Bancos que medían el riesgo país
“Bancos privados importantes, que todo el santo día miden el riesgo país de México, de Brasil, de Argentina, del Paraguay y Uruguay, de Perú, esos bancos tan especializados en medir nuestro riesgo no se detuvieron para medir su propio riesgo y fueron a bancarrota”, dijo Lula, cosechando aplausos en la sala plenaria.
Lula recordó como primero se creyó en el consenso de Washington, después en las propuestas neoliberales, que el mercado lo gestionaba todo y ahora resulta que es el Estado el que está salvando a la economía. Aún así instó a aprovechar la crisis para reflexionar y proponer en vez de llorar e insultar.
Lula lamentó que el año pasado no se haya alcanzado consenso para concluir la Ronda de Doha, que se negocia desde hace ocho años con el objetivo de liberalizar el comercio mundial. “Ese acuerdo permitiría reducir las inmensas subvenciones que los países ricos otorgan a sus agricultores y que merman la capacidad de producción de los países de África y América Latina”.
Efecto perverso de la crisis
El presidente brasileño denunció que el costo de la crisis afecta especialmente a asalariados e inmigrantes. “Esta crisis tiene un efecto perverso, los inmigrantes africanos, latinoamericanos y asiáticos que transitan por el mundo en busca de empleo son vistos como responsables de la crisis en los países ricos”, advirtió.
El organismo de la ONU que dirige el chileno Juan Somavía, prevé que como resultado de la crisis financiera, entre 18 y 51 millones de personas pasen a engrosar este año las filas de desempleados, un ejército que podría contar hasta con 239 millones a nivel global. “Esta cumbre tiene como principal objetivo acordar las políticas económicas y sociales necesarias para enfrentar las consecuencias inmediatas de la crisis mundial, el pacto mundial para el empleo”, dijo Somavía.
El funcionario chileno elogio la gestión de Lula señalando que la OIT sigue de cerca los objetivos de la “Agenda de Trabajo Decente” impulsada por el ex – líder metalúrgico. “Usted fue transformando esperanzas en realidad y muchos países se han inspirado en sus políticas”, dijo Somavía a Lula.
Sarkozy: capitalismo loco
El presidente francés hizo un llamado para establecer un nuevo orden mundial y a no repetir los errores del pasado, errores que calificó como propios de un capitalismo que se volvió loco a fuerza de no someterse a ninguna regla. Sarkozy aseguró que la regulación de la globalización es fundamental y añadió que quienes crean que todo podrá seguir como antes cuando se resuelva la actual crisis económica y financiera están haciendo un análisis suicida.
Sarkozy cuestionó si se tiene el derecho a esperar ante la miseria, el hambre, los trabajos forzosos, el cambio climático que amenaza la supervivencia de una parte de la humanidad. El presidente galo subrayó que la globalización no puede regirse por las leyes de la oferta y la demanda haciendo a un lado a todo principio moral. “La mundialización no sobrevivirá la ley de la selva porque no puede haber libertad sin reglas”, dijo.
En su discurso ante el pleno Sarkozy coincidió con su homólogo brasileño, Lula da Silva, con quien almorzó, en la necesidad de fortalecer el papel de la OIT ante las grandes instituciones financieras como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Sarkozy propuso llevar a cabo una revolución que permita hacer obligatorias las normas votadas por la OIT. “Una norma que no es obligatoria no es una norma, es como una hoja que se lleva el viento, dijo el presidente galo.
La OIT al G-20: Cristina Fernández
Por su parte, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, exhortó a hacer todo lo posible para evitar que le llegue al trabajador la carta de despido, subrayando que la crisis económica se enfrenta manteniendo el vínculo laboral.
Fernández coincidió con Lula y Sarkozy al pronunciarse a favor de un papel más activo de los Estados en el control y la regulación. "Esta crisis se generó por la falta del control del capital financiero, que terminó auto-destruyéndose y afectando el funcionamiento de la economía real", subrayó.
La mandataria aseguró que Lula y ella dieron la batalla en la cumbre del G-20 en Londres, cuando se quiso introducir el término flexibilización laboral. “Así no lo íbamos a firmar”, aseguró. “No es a través de la flexibilización laboral que se tiene rentabilidad, sino al haber trabajadores bien remunerados y cualificados”.
Fernández de Kirchner recordó como crisis locales golpearon a su país, desde la crisis de 1994 en México, la crisis rusa, la de Brasil y en cambio la economía argentina resistió el embate de la crisis mundial. Al igual que su homólogo brasileño, Cristina Fernández se pronunció a favor de la inclusión de la OIT en la próxima cumbre del G-20.
Autora: Eva Usi
Editor: José Ospina Valencia