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Acusan a Rusia de ataque cibernético a demócratas

25 de julio de 2016

El Buró Federal de Investigación (FBI) abrió investigación sobre el pirateo de casi 20.000 correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata (DNC), divulgados por WikiLeaks. La campaña de Clinton sindica a Rusia.

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Hillary Clinton
Hillary ClintonImagen: picture-alliance/AP Photo/A. Harnik

"El FBI está investigando una ciberintrusión que implica al DNC y estamos determinando la naturaleza y alcance del asunto", informó el FBI. La filtración desveló estrategias del DNC (secretariado del Partido Demócrata) para debilitar al senador Bernie Sanders frente su gran rival en las elecciones primarias demócratas, Hillary Clinton, cuya campaña ha acusado a Rusia del ataque cibernético.

La designación oficial de Hillary Clinton como candidata a la Casa Blanca en la convención nacional demócrata de Filadelfia dicta las reglas, que regirán el voto de los delegados y la evaluación del programa político del partido. Con unas tasas de popularidad bastante mediocres, Hillary Clinton acude a la convención que se celebra en Filadelfia entre este 25 y el 28 de julio con el objetivo de vender su candidatura.

Hace décadas, grandes donantes y miles de políticos se reunían para elegir al candidato que les representaría en las elecciones presidenciales, pero desde 1980 las convenciones se han convertido en plataformas publicitarias destinadas a convencer a los ciudadanos para que salgan a votar en las elecciones generales.

Unidad demócrata a prueba

Aunque el fin sea ahora vender al candidato y no seleccionarlo, uno de los momentos más emocionantes llega con el voto de los delegados de cada uno de los 50 estados y territorios de EE.UU. De manera alfabética, primero Alabama y Wyoming el último, el portavoz del estado alaba la historia, geografía y diversidad de su región para luego emitir el voto de sus delegados, que no tiene por qué ser unánime, como ocurrió en la convención demócrata de 2008.

En ese momento, algunos delegados votaron por la entonces perdedora, Clinton, quien como parte de la delegación de Nueva York y en un momento de gran elegancia pidió que se detuviera la votación y que el entonces joven senador Barack Obama fuese proclamado como candidato presidencial de manera unánime.

"Declaremos juntos, unidos en una sola voz, aquí y ahora, que Barack Obama es nuestro candidato, y él será nuestro presidente", dijo Clinton entre los aplausos unánimes de aquella convención. Esta vez, Clinton es la favorita y ya en junio alcanzó la cifra mágica de 2.383 delegados necesarios para ganar matemáticamente la candidatura en la convención frente a su rival, el senador Bernie Sanders.

Los partidarios de Sanders trataron este fin de semana de acabar con los "superdelegados", una figura propia de los demócratas creada antes de las elecciones de 1984 por la elite del partido para mantener su control y en la que se incluyen legisladores, gobernadores y antiguos presidentes. La propuesta de los delegados de Sanders, debatida en el comité de reglas de la convención, fracasó con 108 votos en contra y 58 a favor, pero consiguió superar la barrera del 25 %, lo que permitirá a los críticos presentar un informe en la convención e incluso pedir un voto de los delegados.

Obama, el demócrata al que temen muchos republicanos, hará su aparición el miércoles junto a su vicepresidente, Joseph Biden. La convención será además una ocasión para recaudar fondos y afilar la maquinaria del Partido Demócrata de cara a las elecciones de noviembre, en donde la oratoria y confetis demócratas tendrán que combatir con el espectáculo del polémico candidato republicano, Donald Trump.

JOV (dpa, efe)