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Advierten sobre pobreza infantil en Alemania

17 de septiembre de 2009

Uno de cada seis niños en Alemania crece en una situación precaria, este es el lapidario diagnóstico de un estudio realizado por la OECD a la que pertenecen los países industrializados. Las causas son muchas.

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La pobreza tiene muchas caras.Imagen: dpa

El estudio no es el primero que denuncia la precaria situación en la que vive una buena parte de la niñez alemana, pese a que esta nación destina hasta 20% más que otros países industrializados a respaldar, con una red de apoyos, a las familias con hijos. Quien tiene un hijo en Alemania puede contar con el apoyo financiero del Estado y de otras instituciones caritativas a partir del nacimiento.

Un 40% de estas ayudas son entregadas directamente a los padres de los niños, el resto son destinados a respaldar instituciones de cuidado infantil como jardines de niños y otras instituciones. Algunas de estas ayudas son un gran apoyo para padres que trabajan pero también reciben dinero padres y madres que se encuentran desempleados.

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Ún hombre busca en la basura botellas retornables vacías.Imagen: AP

En el momento en el que llega un niño al mundo, sus padres reciben el llamado Kindergeld (dinero infantil), equivalente a 164 euros al mes por cada infante. A partir del tercer hijo la cantidad aumenta paulatinamente.

Una red de ayudas

Las mujeres que trabajan reciben adicionalmente el llamado Mutterschaftsgeld (dinero por maternidad) que desembolsa directamente el seguro contra enfermedad. Durante un período de entre seis y ocho semanas tras el nacimiento las madres económicamente activas perciben sus salarios íntegros sin trabajar.

Posteriormente ya sea el padre o la madre, puede solicitar el llamado Elterngeld (dinero de los padres). Durante 14 meses el Estado paga alrededor de dos terceras partes del último salario percibido al mes, cantidad que tiene un límite máximo de 1.800 euros y un piso mínimo de 300 euros para los desempleados.

Un salario mensual promedio en Alemania oscila alrededor de 3.300 euros antes de impuestos, que neto asciende a unos 1.800 euros, que equivale a la máxima retribución que otorga el Estado. Los hijos de padres desempleados tienen derecho a ayudas adicionales, que oscilan entre 215 y 360 euros al mes.

Para comprender mejor estas cifras hay que considerar que el mínimo de existencia sobre el que se orienta la ayuda estatal ascendió en el año 2008, según información del gobierno, a 6,000 euros en el caso de adultos, cantidad equivalente a la mitad en el caso de los infantes.

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Mapa de Alemania que muestra los porcentajes de pobreza, el color rojo identifica a las zonas más afectadas.

Críticas de activistas

Activistas de organizaciones no gubernamentales, como el Deutsche Kinderschutzbund –la Asociación Alemana de Protección a la Infancia, consideran que la ayuda estatal que es destinada directamente a los niños es muy reducida. Según los cálculos de la organización, un adolescente de 13 años tiene aproximadamente 2 euros disponibles para alimentos y en un país como Alemania en donde los víveres son caros, esa cantidad no es suficiente para una alimentación balanceada.

La activista Tina Laux, de la Agencia Diacónica con sede en Bonn, que es responsable de zonas conflictivas afirma que la pobreza no es solo falta de recursos materiales. “La pobreza es multidimensional, significa tener un acceso limitado a servicios de salud, de educación, cultura y vivienda. Muchas familias habitan en espacios reducidos en barrios proletarios, en donde la vivienda misma se encuentra en condiciones deplorables.

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Hombre sin casa, toca la guitarra para ganar algo de dinero.Imagen: dpa

Barrios proletarios

Ejemplo de ello es la situación de una residente en una zona conflictiva de Bonn. “Siempre nos prometen que tendremos suficiente, pero a fin de cuentas los únicos que reciben recursos son los que de por sí tienen dinero. Ellos reciben privilegios fiscales pero a nosotros no nos toca nada. Yo tengo que trabajar, mi hijo se está capacitando para ejercer un oficio y lo único que recibimos es una ayuda complementaria del Estado", se lamenta.

Una parte de los ingresos de los padres no es gravada con impuestos con la intención de que sea utilizada para cubrir las necesidades básicas de los hijos. Esta cantidad libre de impuestos asciende a unos 6.000 euros al año. Pero la cantidad libre de impuestos es alternativa al dinero infantil. O uno o el otro. Si el dinero infantil es mayor, entonces no se está excento de impuestos. Sólo un cinco por ciento de los padres que ganan muy bien, se benefician más de la cantidad libre de impuestos que de el posible dinero infantil que recibirían del Estado.

Es necesaria una mejor distribución de los recursos para que los padres acaudalados reciban menos ayudas, sin embargo esta alternativa es descartada por expertos pues sería inconstitucional. El hecho de que algunos padres sean más ricos que otros, no justifica que el Estado los trate peor. El motivo de la ayuda es el hijo, no la desigual en la percepción de los ingresos de la población.

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Numerosas organizaciones ofrecen comida caliente a personas necesitadas.Imagen: Verein Restaurant des Herzens

Exhortan a modificar el modelo alemán

Críticos del modelo alemán exhortan a modificar el actual sistema respaldando mejor a otras instituciones. “Los niños en desventaja, así como sus familias necesitan mucho más apoyo. Si los padres se encuentran desempleados las familias viven una situación muy difícil”, afirma Tina Laux.

Según la activista el desempleo se hereda y el actual modelo no otroga a las personas afectadas una nueva perspectiva ni las ayuda a salir de la situación miserable en la que viven y hay una serie de organizaciones e instituciones que podrían dar una ayuda decisiva.

“Hay que invertir más en jardines de niños e instituciones de atención a la niñez, de manera que los niños reciban una atención competente y esmerada. Hay que pagar más a los educadores para que cuiden mejor a los niños y los padres puedan dedicarse a trabajar”, señala Laux. La experta añade que se trata de una problemática económica pero también social y política, pues no se resuelve exclusivamente aumentando el dinero infantil, ni la cantidad del salario que es exhonerada de impuestos. “Es algo mucho más complejo”, concluye.

Autora: Daphne Grathwohl/ Eva Usi

Editor: José Ospina Valencia