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Afganistán critica inacción de Alemania en guerra contra el opio

28 de abril de 2009

El general Khodaidad, ministro de Lucha contra las Drogas en Afganistán, exige a Alemania que se comprometa en el combate contra la producción y el tráfico de estupefacientes.

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Campo de adormidera en Afganistán.Imagen: picture-alliance/ dpa

El General Khodaidad, Ministro para la Lucha contra las Drogas de Afganistán, pidió a Alemania que comprometiera a su ejército en el combate contra la producción y el tráfico de estupefacientes, un ámbito hasta ahora vedado para los soldados alemanes.

Khodaidad agradeció la presencia del ejército germano en el norte de Afganistán, pero, en entrevista con el corresponsal de la radioemisora alemana ARD en el sur de Asia, dejó claro que el gobierno afgano espera más de la “Bundeswehr”.

El compromiso alemán

El ministro criticó la estrategia del gobierno alemán en Afganistán describiéndola como corta de miras. En esencia, el ejército alemán acordó desde un principio ayudar a estabilizar al país asiático, pero absteniéndose por completo de participar en la lucha contra la producción y el tráfico de drogas, dejando ese ámbito de acción en manos de las autoridades afganas.

Su argumento: si los soldados se dedican adicionalmente a perseguir a criminales, productores y traficantes de drogas, éstos también atacarán a las tropas poniendo a los militares alemanes en más peligro del que ya los rodea. De ahí que los tanques alemanes circulen impasibles frente a los campos de adormidera sin siquiera tocar una de las plantas.

El opio y el terrorismo

“En lo que a la lucha contra las drogas se refiere, su apoyo y su aportes son pequeños. Necesitamos y esperamos más ayuda, sobre todo de parte de los países europeos”, dijo el General Khodaidad, agregando que la lucha contra las drogas no es solamente un asunto de los afganos. Después de todo, aseguró, el opio de Afganistán aterriza directamente en las calles de Europa y pone en peligro a todas las tropas que están apostadas en Afganistán.

“El opio es el combustible del terrorismo”, señaló. “Con el dinero ilegal proveniente del tráfico de drogas, los terroristas compran armas y munición para asesinar a soldados y personas inocentes. Ellos incendian escuelas y envenenan a las jovencitas que van a clases. El opio beneficia directamente al terrorismo en Afganistán”.

Trabajo conjunto

“Los terroristas y la gente que está involucrada en el negocio de las drogas pertenecen a la misma red. Los soldados alemanes, los equipos alemanes dedicados a la reconstrucción en Afganistán, las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), todos deben tenerlos en la mira en lugar de evadirlos. Deben trabajar en conjunto con el gobierno afgano para destruir los laboratorios de la droga, para eliminar el transporte de droga. Debemos trabajar juntos y luchar contra las unidades militares del enemigo”, sostuvo el alto militar afgano.

Afganistán es sin lugar a dudas el principal productor de opio en bruto, a partir del cual se produce la heroína. En 2008, Afganistán produjo el 90 por ciento del volumen global de opio. La provincia de Helmand produce, por su cuenta, más materia prima para la producción de drogas que Colombia.

Una lucha con éxitos

“En los últimos cinco o seis años hemos obtenido grandes éxitos. En el año 2005, de 35 provincias, tres estaban totalmente libres de opio, ahora son 18. Este año esperamos conquistar tres o cuatro más. Eso significa que la lucha contra las drogas marcha en la dirección correcta”, dijo Khodaidad. Las superficies para la producción de opio se concentran en provincias donde los talibanes ejercen una gran influencia.

Para mantener el curso y continuar la marcha es imprescindible tener dinero. Los campesinos que dejan de producir opio reciben una compensación económica y cada provincia que logre convertirse en un espacio cien por cien libre de opio recibe como premio un millón de dólares.

Autor: Kai Küstner

Editor: Pablo Kummetz