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Afganistán: “no habrá paz sin los talibanes”

Waslat Hasrat-Nazimi/ Florian Weigand/ ER19 de junio de 2013

Entre Washington y Kabul se han puesto de manifiesto divergencias en torno a la perspectiva de dialogar con los talibanes. El presidente afgano, Hamid Karsai, anunció que no participará en las conversaciones de Doha.

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Talibanes inauguran oficina en Doha.Imagen: Reuters

El mismo día en que la OTAN traspasó oficialmente la responsabilidad en materia de seguridad al gobierno de Hamid Karsai, los talibanes demostraron que siguen operando incluso en la capital afgana: una bomba dejó allí tres muertos y 24 heridos este martes; luego, dos misiles lanzados contra la base aérea estadounidense de Bagram, al norte de Kabul, causaron la muerte de cuatro soldados.

La apertura de una representación en Doha, la capital de Catar, es una señal visible de la fuerza de los talibanes. Además, han anunciado que pretenden continuar con sus ataques en Afganistán, pese a la perspectiva de un diálogo directo con Estados Unidos, que el martes anunció su disposición a entablar conversaciones en Doha para poner fin al conflicto.

Conversaciones de Doha

Después de más de una década de la intervención de las fuerzas internacionales de ISAF, no resulta posible alcanzar la paz marginando a los islamistas radicales, opina el analista político Waheed Mozhdah. A su juicio, “la comunidad internacional ha llegado a la conclusión de que el conflicto afgano no puede resolverse por la vía militar. Estados Unidos quiere establecer una suerte de paz con los talibanes ya antes de 2014, para poder dejar el país con tranquilidad. Las conversaciones de Doha podrían ser un gran paso en la dirección apropiada”.

El presidente Karsai no opina lo mismo y se muestra molesto. Su gobierno anunció entretanto que boicoteará las negociaciones de Doha, mientras no se trate de un proceso de paz íntegramente dirigido por afganos. Además amenazó con suspender el diálogo bilateral con Estados Unidos sobre un futuro tratado de seguridad.

Ayuda extranjera

Para los afganos será difícil hacer frente a los ataques de los talibanes sin ayuda extranjera, opina Adrienne Woltersdorf, directora de la oficina que tiene en Afganistán la fundación Friedich Ebert, cercana al partido socialdemócrata alemán. “Lo que se critica al proceso de transición es que se base más en datos preestablecidos que en la verdadera situación existente en el terreno”, indica, explicando que hay diferencias entre lo que ocurre en una región y otra. No obstante, Woltersdorf no ve alternativas a la fase de transición, dado que ninguno de los países occidentales que ha enviado tropas a Afganistán quiere permanecer por más tiempo en el país.

El gobierno afgano cuenta con unos 350.000 uniformados, pero esta cifra da una idea equivocada de la realidad. Expertos como el ex general alemán Egon Rams piensan que las fuerzas armadas afganas siguen necesitando el apoyo de soldados extranjeros. Además, la fuerza aérea afgana no está en condiciones de operar sola. Rams mira el futuro con pesimismo. “En el peor de los casos, el país, como un todo, podría verse sacudido cuando los talibanes se vuelvan nuevamente más activos tras la retirada de las tropas de ISAF”, indica.

Pakistán: factor desestabilizador

Pakistán aprovechará la debilidad de su vecino para reforzar su propia influencia en la región. De eso está convencido el analista afgano Hamidulah Noor Ebad, del Centro Nacional de Investigación Política de Kabul. El analista teme que “cuando los paquistaníes vean que las fuerzas extranjeras ya no están, respalden a los talibanes con armas”. Y las fuerzas militares afganas se verán sobrepasadas, porque les falta de todo: buena preparación, equipamiento moderno y un sueldo apropiado.

La policía afgana está en condiciones aún peores que las del ejército, reconoce Conrad Schetter, de la universidad de Bonn. “A nivel local ha fracasado la capacitación de la policía. Se ha intentado poner uniformes a milicias locales y organizarlas como unidades policiales”, dice este conocedor de Afganistán, subrayando: “El gran peligro radica en que estas milicias se aprovechen de su poder y asuman el control”.

Autor: Waslat Hasrat-Nazimi/ Florian Weigand/ Emilia Rojas

Editora: Claudia Herrera Pahl