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AI insta a acoger prisioneros de Guantánamo

12 de febrero de 2010

El gobierno del presidente Barack Obama busca un lugar de exilio para 45 prisioneros de Guantánamo. Amnistía Internacional instó a Alemania a acoger a algunos de ellos, que no pueden regresar a sus países de origen.

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Prisioneros de Guantánamo esperan encontrar asilo en Europa.Imagen: AP

Actualmente permanecen en Guantánamo cerca de 200 prisioneros. Algunos de ellos han de ser procesados por tribunales civiles estadounidenses y otros, expulsados a su lugar de origen o a terceros países. En Estados Unidos no podrán quedarse, debido a una resolución del congreso.

Amnistía Internacional indicó, en Berlín, que estos hombres, procedentes de países como China, Libia, Rusia, Siria o Túnez, corren peligro de sufrir persecuciones y torturas si retornan a su patria. Por eso, junto con abogados y ex prisioneros, la organización defensora de derechos humanos exhorta a acogerlos en otros Estados, incluida Alemania.

Infierno en la tierra

US-Truppen lassen afghanische Gefangene frei US detention center in Bagram
Centro de detención de Bagram. (archivo)Imagen: picture-alliance/ dpa/dpaweb

Moazzam Begg es uno de aquellos que vivió el infierno en la tierra y sobrevivió. No sólo estuvo recluido en Guantánamo, sino también en Afganistán, donde Estados Unidos retiene a sospechosos de terrorismo en las localidades de Kandahar y Bagram. El martirio de Begg se extendió de 2002 a 2005. Desde que fue puesto en libertad, este ciudadano británico que vive con su mujer y sus cuatro hijos en Birmingham lucha por quienes aún están prisioneros.

Todos ellos comparten la experiencia que también padeció Moazzam Begg en su estrecha celda. “No sabía si volvería a ver jamás a mi familia, o si sería ejecutado o pasaría décadas en esa cárcel”, relata. Y hace notar que Guantánamo es sólo la punta del iceberg, refiriéndose a las cárceles en otros países, donde iban a parar sospechosos de terrorismo antes de ser llevados al campo de prisioneros en el Caribe.

En cuanto a esos centros de detención, Begg relata: “Allí se golpea y se tortura. Se amenaza con hacerle algo también a la familia. Se le dice a uno que jamás volverá a ver la luz del día. Al final, uno firma cualquier confesión falsa. Por último, uno desea llegar a Guantánamo”.

Recompensas por denuncias

Cuando Barack Obama asumió la presidencia en enero de 2009, anunció su propósito de cerrar el campo de prisioneros de Guantánamo en el lapso de un año. Pero de eso ya no se habla. Obama subestimó la resistencia en su propio país, según el abogado Zarachy Katznelson, quien ha representado a cerca de 40 prisioneros de ese recinto.

Katznelson informa de una investigación según la cual la mayoría de las personas llevadas a Guantánamo no fueron apresadas por miembros del ejército o las fuerzas de seguridad estadounidenses, sino por afganos y pakistaníes. Con frecuencia los captores eran pobladores que cobraban altas recompensas por denunciar o entregar alguien.

Lucha por la justicia

El abogado Katznelson y su colega Sophie Weller esperan que 45 prisioneros de Guantánamo puedan exiliarse en Europa, e indican que Bélgica, Francia, Irlanda, Portugal, Suiza y Hungría ya han acogido a algunos.

Mozzam Begg está convencido de que Guantánamo será por mucho tiempo un símbolo de violación de los derechos humanos en el marco del combate contra el terrorismo, pero también de la lucha por la justicia que libran ex prisioneros, abogados y algunos políticos. Y manifiesta la esperanza de que “aunque tarde, Alemania también participe en la solución del problema”. Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores señaló que Alemania está dispuesta a estudiar solicitudes en casos particulares.

Autor: Marcel Fürstenau/ Emilia Rojas

Editor: Pablo Kummetz