Alemanes desarrollan prótesis para niños ciegos
23 de julio de 2006El Instituto médico de Rostock trabaja desde hace años para proporcionar a sus pequeños pacientes prótesis que mejoren su vida. Algunos de estos niños nacen sin ojos y presentan una diminuta cuenca ocular, lo que dificulta la colocación de la prótesis. Lo extraordinario de este tratamiento es que consigue ensanchar la órbita del ojo para colocar más tarde los implantes. Cirujanos y oftalmólogos trabajan conjuntamente. Los padres de los niños reciben consejo y son acompañados por los médicos de la clínica psiquiátrica. Entretanto, los pacientes vienen de toda Alemania y del extranjero a Rostock.
Un tratamiento novedoso
La DW-World conversó con el doctor Schittkowski, médico jefe de la Universidad oftalmológica: "A veces los niños nacen con el globo ocular demasiado pequeño, entonces nosotros realizamos unas piezas en forma de bolas a partir de una especie de lente de contacto que toma los fluidos del lacrimal o del tejido conjuntivo y se hincha. Esto hace que la cuenca ocular se agrande, debido a la presión que ejerce y en el lugar donde antes no se podía poner el implante, se encuentra ahora un hueco lo suficientemente grande como para ser colocada la prótesis definitiva. Las bolitas se dejan entre 2 o 3 días, pasados los cuales se retiran y se colocan las definitivas. Esto se realiza en los primeros años de vida del niño y aunque no devuelve la visión, le permiten tener una mejor calidad de vida. Esto se debe realizar una vez al año hasta que el niño cumpla los 5 o 6 años de edad, porque está en pleno crecimiento".
Un nuevo aspecto
Aunque los niños no puedan recuperar el sentido de la vista, contribuye a su aceptación social. El resultado a largo plazo es un aspecto exterior en el que no se nota la ceguera. Los pacientes que mejor responden a este tratamiento son aquellos a los que les falta un sólo ojo y que debido a las reducidas dimensiones de su cuenca tampoco tienen una cara simétrica. A estos pacientes también hay que estimularles la formación de sustancia ósea en la cara para que no se note la diferencia.
No es culpa de nadie
Muchos padres se sienten culpables por la enfermedad de sus hijos. Pero hasta ahora se trata de un incomprensible capricho de la naturaleza. Un padre afectado cuenta "yo quisiera poder mirar a mi hijo a los ojos". En la Institución, además de los niños también los padres encuentran el apoyo necesario para superar esta dura situación. El centro recibe pacientes de todo el territorio Federal y del extranjero. Por el momento, se encuentran 50 niños en tratamiento en la Universidad de medicina y ciencias de la salud de Rostock.
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