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Alemania: ¿a un paso de tener "cancillera"?

Luna Bolívar Manaut8 de octubre de 2005

El trueque de ministerios ha comenzado. Los últimos encuentros entre socialdemócratas y democratacristianos van perfilando el nuevo Gobierno alemán y los dos grupos se muestran dispuestos a salvar sus diferencias.

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Angela Merkel: ¿nueva canciller?Imagen: AP

¿Qué es lo que sucede cuando los dos partidos que más votos han obtenido en unas elecciones no se ponen de acuerdo sobre quién las ha ganado? Pues que tres semanas más tarde, el país sigue sin Gobierno. Pero la fase de incertidumbre podría terminar el lunes para Alemania, tras una larga peregrinación por el desierto de los encuentros tácticos entre los dos grandes grupos parlamentarios, la CDU-CSU, Unión Democristiana y Socialcristiana, y el SPD, Partido Socialdemócrata, para discutir la cuestión de quién tiene derecho a ser el jefe dentro de la única solución de gobierno posible: una gran coalición.

Sondierungsgespräche Gerhard Schröder und Franz Müntefering
Franz Muentefering y Gerhard Schröder.Imagen: AP

Como buenos hermanos

Los encuentros a "ocho ojos": los de Angela Merkel, líder de la CDU, y su aliado Edmund Stoiber, primer ministro de Baviera y jefe de la Unión Socialcristiana (CSU), por un lado, y los del todavía actual canciller Gehard Schröder (SPD) y su mano derecha y presidente del partido, Franz Müntefering, mirando por el otro, podrían haber dado sus frutos y los dos grandes grupos parlamentarios haber entrado en la senda del acuerdo.

Según informaciones filtradas en Berlín, CDU y SPD habrían llegado a la conclusión de que, teniendo en cuenta el apretado resultado electoral, lo más justo de cara al votante sería formar una gran coalición en la que cada una de las fracciones controlase el mismo número de ministerios. Puesto que la CDU reclama, ya que posee más escaños en el Parlamento, el cargo de canciller para Angela Merkel, el SPD recibiría en contraprestación dos ministerios más que CDU-CSU.

El SPD podría también ser compensado por la renuncia a la cancillería con el derecho a elegir primero los ministerios, según han solicitado algunas voces incluso dentro de la misma CDU.

El reparto de ministerios

El sistema alemán concede a los ministros gran autonomía a la hora de dirigir sus ministerios. Los altos cargos están obligados a seguir las líneas políticas que marca el canciller, pero no pueden recibir órdenes de éste. En la situación de posturas encontradas entre un ministro y el canciller, la única salida es encontrar un consenso o abrir una crisis de gobierno.

Esto concedería a los ministros del SPD gran capacidad de ejercer presión sobre Angela Merkel, si esta llegase a convertirse en canciller.

Para que el reparto de ministerios se haga menos complicado, algunos de ellos podrían ser divididos. Es el caso del ministerio de Economía y Trabajo y el de Salud y Seguridad Social, que de dos podrían transformarse en cuatro.

Auswärtiges Amt
Ministerio de Exteriores en Berlín.Imagen: dpa Zentralbild

El tesoro del SPD: los asuntos exteriores

El SPD parece no estar dispuesto bajo ningún concepto a ceder el Ministerio de Exteriores, de manera que Alemania se mantendría en política internacional como "fuerza de paz", camino emprendido por Schröder cuando se negó a que el país participase en la guerra de Irak.

Además, según la revista alemana "Spiegel", el ministerio de Exteriores es una lanzadera para nuevos candidatos a canciller socialdemócratas, un puesto estratégico que les permite ganar popularidad, como fue el caso de uno de los cancilleres del SPD con más peso en la Historia reciente de Alemania, Willy Brandt.

Con los socialdemócratas encargándose de los asuntos exteriores, Merkel podría librarse del complicado tema de tener que lidiar entre los miembros de su partido, partidarios de seguir a EE UU, y la mayoría de los alemanes, favorable a las posturas pacifistas.

La política también importa

Para mañana tienen los ocho ojos planeado el próximo encuentro. Aunque la llamada "Kanzlerfrage"- cuestión del canciller-, centra la atención de los medios y los ciudadanos, los políticos de ambas fracciones recuerdan que de mucha más importancia es el llegar a un acuerdo sobre la política conjunta que practicará el nuevo Gobierno.

Existen grandes diferencias entre ambos partidos, que sólo podrán salvarse por la vía de las concesiones, y el tira y afloja se concentra ahora en quién pondrá más puntos de su programa en la agenda gubernamental.

Incluso hay quien recuerda que el Gobierno podría quedar constituido el próximo día 18 de octubre, fecha límite para su votación en el Parlamento, sin que se haya decidido quién será canciller.