Ola de calor acompaña a Mundial 2010 en Alemania
2 de julio de 2010Alemania vive un verano abrasador. Justo para el partido que jugará el once alemán contra el equipo de la Argentina, la temperatura alcanzará los 37 grados centígrados. Los largos días del verano, con actuales 16 horas de luz, permiten que la población germana se disponga a disfrutar de la última etapa del Mundial 2010 en un ambiente casi tropical.
Para algunos es bueno que arda
El comercio y la gastronomía se preparan para el fin de semana: sus cálculos de ventas pronostican un volumen similar al que suelen alcanzar durante las celebraciones de Año Nuevo. “Los pronósticos del tiempo hacen muy probable una similar euforia a la que vivimos en el verano del 2006, cuando en el Mundial en Alemania, jugamos en los cuartos de final”, dice Volker Kuhl, gerente de la cervecería Veltins. Tiendas y supermercados vivieron una situación singular en este país: se quedaron sin reservas de bebidas.
Cerveza y mezclas a base de cerveza –con Coca Cola, por ejemplo- son las bebidas más populares en este momento. De un claro aumento en el volumen de ventas informa también Wolfgang Stubbe, gerente de la Asociación Alemana de Manantiales. “En las terrazas no sólo se consume cerveza”, dice Stubbe: el agua mineral gasificada es igualmente popular. Los jugos de frutas mezclados con agua mineral son otro de los refrescos preferidos en estas ardientes situaciones.
Sólo en la milla de fanáticos en Berlín se espera a 350.000 visitantes para seguir el encuentro en Sudáfrica ante la pantalla gigante. Taparse la cabeza, usar ropa fresca, beber mucho –de preferencia sin alcohol y hasta tres litros al día- y comer cosas ligeras se aconseja.
A los productores de helado también les viene de perlas la advertencia y no faltan los camioncitos de helados. También a la salida de cada escuela. A comienzos de julio, sólo en Turingia, Bremen, Sajonia-Anhalt y Sajonia han empezado las vacaciones escolares; en los otros, cuando la temperatura supera los 30 grados, maestros y alumnos tienen Hitzefrei, es decir, asueto por calor.
Para otros, puede ser peligroso
Esta ola de calor que acompaña a la fiebre del fútbol, no obstante, provoca no sólo ánimos festivos. Los organizadores de los public viewings están no descartan cientos de colapsos.
También para los que no acuden a la cita futbolística en las plazas públicas la alerta es roja: sobre todo las personas mayores, las que tienen problemas bronco pulmonares y los niños pueden reaccionar muy sensiblemente a las concentraciones de ozono que ocasiona el calor. Permanecer en casa, evitar el esfuerzo físico y mantener puertas y ventanas cerradas se recomienda. A los que acuden a los bosques se advierte de las colillas de cigarrillos y de las botellas vacías, pues pueden ocasionar muy rápidamente incendios forestales.
Yari no ha logrado ser el peor
La causa del calor es la pugna entre el anticiclón Yari, que viene desde el este y una zona de bajas presiones que viene desde el oeste. Ambos logran que el aire caliente del sur llegue hasta estas zonas nórdicas, que si bien conocen las temperaturas altas, no están acostumbradas a ellas.
Del año 2003 data el último récord: el anticiclón Michaela logró que el 8 de agosto el termómetro ascendiera a los 40,8 grados en la verde región del Sarre, vecina de Francia y Luxemburgo; por doce días consecutivos en ese mismo año en la zona de Karslruhe la temperatura no bajó de 35 grados.
Los registros meteorológicos destacan que en el año 1994, la población alemana sudó la gota gorda entre junio y agosto: muchas ciudades registraron por varios días consecutivos temperaturas de 40 grados; para Berlín ése fue el verano más caluroso en 160 años.
Con todo, a pesar de que la fiebre futbolística que recorre el país hace que el ambiente caluroso sea vivido con especial intensidad, este verano aún no bate los récords históricos; es más, para después del fin de semana, se anuncia tormentas.
Autora: Mirra Banchón
Editor: Pablo Kummetz