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Alemania atrapada en el estancamiento

20 de septiembre de 2002

Uno de los economistas líderes en Alemania, Juergen B. Donges, afirma que la locomotora de Europa se va convirtiendo en un freno. El problema es el excesivo Estado de bienestar y el anquilosamiento.

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"Tenemos una mano de obra demasiado cara y por eso el desempleo es excesivo".Imagen: Uni Köln

La principal economía de la zona euro está debilitada. En el 2001 sólo creció un 0,6% y este año la tasa podría ser aún menor. Desde 1996, el crecimiento económico alemán ha sido uno de los más bajos de la Unión Europea. Sin duda que el costo de la reunificación alemana, con las millonarias transferencias del Oeste hacia el Este, es parte de las causas, pero no la única.

"Tenemos un problema fundamental en Alemania que consiste en que muchos de nuestros mercados y nuestras instituciones están anquilosadas, no hemos hecho las reformas estructurales necesarias, sobre todo en el mercado laboral. Tenemos una mano de obra demasiado cara y por eso también el desempleo es excesivo", afirma en entrevista exclusiva con DW-online, el presidente del Consejo Alemán de Expertos Económicos, Juergen B. Donges.

De locomotora a freno europeo

Según el experto, ésta es la razón por la cual, el canciller alemán, Gerhard Schröder, se enfrenta al mismo nivel de desempleo que heredó en 1998, que rebasa la cifra de cuatro millones de personas. "La mayor parte del desempleo es de tipo estructural, es decir, no depende de la evolución de la coyuntura sino que es un problema de costes. Hay tres factores que encarecen desmesuradamente el trabajo, el primero son los salarios, que son demasiado altos," indica.

El experto explica que la segunda causa son las altas contribuciones al sistema de seguridad social terminan siendo como un impuesto sobre el trabajo, "éstas siguen siendo demasiado altas. A pesar de que el canciller Schröder prometió reducirlas hacia el final de su mandato, ahora sucede todo lo contrario".

La tercera causa es que el mercado laboral en Alemania está muy regulado, "mucho más de lo que lo está en otros países europeos, sobre todo Gran Bretaña, eso sin hablar de Estados Unidos". La regulación excesiva significa un alto costo para las empresas. La gran protección al despido existente en Alemania, se acaba convirtiendo en un obstáculo para la contratación de personal.

El fracaso de la socialdemocracia alemana

Donges, quien es director del Instituto de Ciencias Económicas de la Universidad de Colonia, afirma que aunque el partido socialdemócrata alemán, SPD, inició una reforma tributaria con el objetivo de reducir la presión fiscal sobre las empresas y sobre las personas físicas, ha perdido el impulso reformador.

"Las reformas han quedado estancadas, se han atendiendo los síntomas pero no se ha atacado la raíz del problema. El SPD, en coalición en el gobierno con el partido de Los Verdes desde 1998, ha caído en un inmovilismo muy acentuado en los últimos años y ahora –dice- se nos pasa la factura".

"Tenemos un Estado de bienestar a la alemana, tan amplio y tan completo, que todo mundo tiene que recibir algo", señala el economista. "Esta amplia red social es financiada a través de la productividad y del crecimiento de la economía y un Estado de bienestar que nos cuesta tanto, se convierte en freno al crecimiento económico".

"Nos encontramos en un círculo vicioso y tenemos que romper este nudo gordiano porque si no, este Estado de bienestar va a serlo para los que tienen trabajo y los millones de desempleados quedarán fuera".

La difícil tarea del próximo gobierno

En Alemania hay elecciones el próximo domingo, quien quiera que gane los comicios, tiene por delante una tarea titánica. El gurú de la economía germana se muestra escéptico de que haya vientos favorables de continuar la coalición entre socialdemócratas y verdes en el gobierno. "Los verdes ponen hincapié en asuntos que no promueven la economía y el empleo, pero si la coalición fuera con la Democracia Cristiana, ambos partidos mayoritarios se neutralizarían y no habría reformas profundas".

El experto descarta a los neo-comunistas del Este de Alemania. "Por tanto queda el partido liberal (FDP). Si fuera éste el socio minoritario en el gobierno, entonces sería más optimista, porque a juzgar por los programas electorales, es el que más cambios, no sólo propone, sino que los llama por su nombre. Todo mundo que lo elija sabe perfectamente lo que quiere este partido y con ellos en el gobierno, si se podrían producir impulsos positivos para realizar las reformas estructurales que yo considero tan necesarias".