“Alemania debería apoyar al gobierno egipcio de transición“
10 de julio de 2013Deutsche Welle: La Sociedad Internacional para Derechos Humanos le ha solicitado al gobierno alemán jugar un papel activo en la actual crisis egipcia. ¿Cuál es la petición concreta?
Martin Lessenthin: Nuestro cometido es hacerle entender a Alemania y los demás miembros de la Unión Europea que debieran apoyar la búsqueda de consenso popular emprendida por el gobierno egipicio de transición. La idea es evitar que la sociedad egipcia no se “talibanice”.
¿Y cómo podría ayudar Alemania?
Alemania no debería recibir a políticos egipcios que no persiguen los principios de pluralismo e igualdad de género, por ejemplo. No debería tratarlos como socios iguales. A principios de 2013, Berlín cometió un gran error recibiendo a Mursi con todos los honores de un Jefe de Estado. Ese acto fue un golpe frontal al movimiento democrático egipcio.
En solo 30 meses tuvieron lugar en El Cairo dos golpes de Estado. ¿Es posible instaurar una democracia a largo plazo en Egipto?
Está aún por definirse si la destitución del señor Mursi fue un golpe militar como los que se han dado en América Latina. Antes de que Mursi fuera retirado del poder habian salido a protestar a las calles 22 millones de personas, muchas de las cuales habían respaldado a Mursi hace un año; ya sea porque les había prometido cosas que no cumplió o porque habian vendido su voto. El débil desempeño de Mursi venía siendo observado por las personas que hoy son calificadas de golpistas. Hoy lo que veo es la oportunidad de un nuevo comienzo que no debe ser desperdiciado con la exclusión de importantes sectores políticos de Egipto.
¿Qué significa la nueva situación para las minorías religiosas de Egipto?
En el momento las antiguas minorías están siendo agredidas. Los seguidores de Mursi junto con los Hermanos Musulmanes y los salafistas están atacando sistemáticamente a los chiítas. Están discriminando a bahaís y sufís, pero sobre todo, a los cristianos copto-ortodoxos, pertenecientes a la mayor minoría a orillas del Nilo. Una persecución que se acrecentó durante el gobierno de Mursi. La violencia se ha empeorado especialmente contra los musulmanes que no pertenecen a la mayoría suní. Si bien es cierto que el uso de esta deplorable discriminación como instrumento de poder, también tuvo lugar en los tiempos de Mubarak, no podemos aceptar ese retroceso.
¿Cómo recibe informaciones de Egipto?
En Egipto hay miembros de la Sociedad Internacional para Derechos Humanos entre los que se encuentran musulmanes moderados, liberales, socialdemócratas, coptos, pero también hay muchos coptos, chiítas y bahaís. Ellos nos narran su vida diaria marcada por la discrimación y, a veces, por graves violaciones a los derechos humanos.
¿Qué debe suceder para que Egipto recupere la calma?
Que todas las corrientes políticas de la sociedad egipcia sean incluidas en un proceso pluralista democrático que contemple elecciones libres y libertad de expresión.
Autor: Christian Ignatzi /jov
Editor: Enrique López