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Alemania, derrochadora de agua

4 de agosto de 2009

Alemania consume anualmente tanta agua como la que puede almacenar México en sus presas hidráulicas. El último estudio de WWF coloca al país germano entre los Estados de Europa que más gasto hacen del preciado líquido.

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Agua, un recurso vital.
Agua, un recurso vital.Imagen: picture-alliance/dpa

Mucho se habla últimamente de la “huella hidrológica” y el “agua virtual”, conceptos creados para intentar calcular de manera aproximada el uso que se hace de este recurso. Y es que no sólo se consume agua al abrir el grifo o la ducha: para producir una camiseta se necesitan 4.100 litros del vital líquido, para una taza de café, 140 litros y para una bolsa de patatas fritas 185 litros. Menudo derroche.

La “huella hidrológica” mide el impacto del consumo humano en el medio hídrico. Esta cifra la componen no sólo el uso real de cada persona, ciudad o país, sino también el gasto indirecto a través de otros productos. El cálculo de la huella se traduce en hectáreas, convirtiendo así todos los bienes en unidades de superficie. Si la huella de un país es mayor que el terreno que ocupa, el balance es negativo, es decir, su consumo está provocando impactos ecológicos en otros lugares. Por otro lado, bajo el término “agua virtual” se entiende únicamente la cantidad de agua necesaria para fabricar productos de consumo.

Agua para llenar 25 bañeras

Sequía en Sicilia, Italia.
Sequía en Sicilia, Italia.Imagen: picture-alliance / dpa

“En Alemania se gastan diariamente 5.288 litros de agua por persona, cantidad suficiente para llenar 25 bañeras”, dice Martin Geiger, experto de la organización ecologista WWF. Según un reciente estudio, el país tiene una huella hidrológica de 159,5 km3 – volumen equivalente al agua acumulada en todas las presas de México.

Estos dos datos reflejan no sólo el empleo activo del agua (abrir el grifo, ducharse, beber agua), sino también lo que de la misma se invierte para fabricar los productos que acaban en las cestas, y las bolsas, de la compra. Con cifras tan elevadas, los germanos se sitúan entre los tres primeros Estados de Europa en gasto de agua. Y eso a pesar de que en los últimos años el consumo activo por persona en Alemania, es decir, el que sí resulta exclusivamente de girar la manivela o llenar el vaso, se ha reducido a 124 litros.

“Consumir agua no es algo malo, sino algo natural e inevitable“, destaca Martin Geiger. En torno a la mitad del agua necesaria en Alemania llega al país de manera indirecta a través de la importación de productos de consumo. Del empleo total de este recurso, se estima que un 73,7% procede de la agricultura. La industria necesita un 22,8% y los hogares escasamente un 3,4%. Sólo alimentos como el café, el cacao y la soja son responsables de la mitad de la huella hidrológica en Alemania: casi 79 km3. Y la mayor parte del agua proviene de Brasil, Costa de Marfil y Francia.

¿Caminarías 20 km para conseguir agua? Última campaña de Intermón Oxfam.
¿Caminarías 20 km para conseguir agua? Última campaña de Intermón Oxfam.Imagen: AP

La WWF critica en su estudio la importación de productos procedentes de países como Brasil, Indonesia, India, Turquía, España e Italia, zonas en las que a menudo hay que luchar contra la escasez y las sequías. Con ello no está a favor de cesar la importación, sino de modificar y mejorar las condiciones de fabricación en los países de origen, pues a menudo se ven obligados a producir por debajo de sus condiciones y presionados por los niveles de demanda.

Y aquí entran en juego los políticos. La WWF espera que asuman su responsabilidad en la explotación de los recursos hídricos y ayuden con planes hidrológicos que garanticen un equilibrio con el medio ambiente, no sólo del propio país, sino también en aquellos de los que importan sus productos. Con este estudio, Alemania ya se ha impuesto la obligación de reducir su huella hidrológica y asimilar las consecuencias sociales y ecológicas de este consumo incontrolado.

América Latina a la par que Europa

América Latina posee enormes recursos de agua dulce en lagos y ríos, todo gracias a las épocas de lluvias. Sin embargo, el 25% de su superficie es árida o semiárida y el 20% de sus habitantes no tienen acceso al agua potable, según datos de la Asociación Mundial del Agua. Pero, al mismo tiempo, sorprende con uno de los mayores índices de consumo de agua por habitante, casi equiparables a los de Europa. Según un estudio del CEPAL (Comisión Económica para América Latina), cada chileno requiere diariamente casi 4.000 litros de agua. Este dato llama la atención, pues América Latina ha incrementado la extracción y el gasto de agua a un ritmo muy superior al del promedio mundial.

No obstante, la WWF espera que en un futuro próximo se lleven a cabo proyectos de carácter sostenible que logren satisfacer la demanda básica de cada país intentando a la vez proteger el ecosistema. Sólo así el agua recibirá el valor que merece.

Autora: Lara Ortiz de Landazuri

Editora: Luna Bolívar Manaut