Alemania en pie de reformas
20 de diciembre de 2003El canciller alemán, Gerhard Schröder, salvó el honor a medias. La aprobación del adelanto de la reforma tributaria, que supondrá un alivio de 15 mil millones de euros para los contribuyentes, ya era en realidad cosa resuelta. El gobierno y la oposición habían llegado a un acuerdo al respecto, a través de una comisión mediadora entre el Parlamento Federal (Bundestag) y la cámara de los estados federados (Bundesrat), dominada por la conservadora Unión Cristiano-Demócrata. Lo que estaba en juego este viernes era, básicamente, el grado de apoyo que Schröder conseguiría en sus propias filas.
Voto a voto
El balance, en este aspecto, difiere según los diversos puntos sometidos a la votación parlamentaria. La reducción impositiva pasó sin problemas, con sólo 2 votos en contra y una abstención. Distinto fue el caso en lo tocante a la reducción del subsidio al desempleo y el endurecimiento de las normas para los que llevan largo tiempo desocupados, que se verán forzados a aceptar también trabajos por un sueldo inferior a lo habitual. Este fue, desde el comienzo, el aspecto más controvertido del acuerdo con la oposición y varios legisladores de las bancadas gubernamentales habían anunciado que lo rechazarían. En definitiva fueron 12 los parlamentarios gubernamentales que votaron en contra, sin poner en peligro el resultado final, ya que los votos de la oposición estaban asegurados.
Es probable que este "detalle" avive la discusión sobre la capacidad de liderazgo del canciller, dado que la mayor resistencia al paquete de reformas proviene de las bancas oficialistas. Pero, en definitiva, lo principal para el gobierno es que se ha cumplido el trámite y podrá ponerse en marcha los cambios que, a juicio de los expertos, el país necesita con urgencia.
Otra vez los fumadores
Entre las medidas resueltas ahora por el parlamento figura también una amnistía tributaria, calificada como la "más generosa" de la historia de la república Federal de Alemania. Entre el primero de enero del 2004 y el 31 de marzo del 2005, los ciudadanos arrepentidos de haber ocultado sus haberes al fisco podrán declararlos sin temor a ser multados. Sólo tendrán que pagar la tasa de impuestos normal. El ministro de Finanzas, Hans Eichel, espera que por esta vía lleguen unos 5 mil millones de euros a las arcas fiscales.
Satisfacción deparará igualmente al atribulado ministro el alza del impuesto al tabaco. A partir de marzo del 2004, habrá que pagar 1,2 céntimos más por cada cigarrillo. Y eso no es todo. El impuesto volverá a subir, en igual suma, el 1 de diciembre del 2004 y el 1 de septiembre del 2005. Probablemente Eichel ya está rogando por que no sean muchos los que inscriban esta vez en su lista de buenos propósitos de año nuevo el de dejar de fumar.