Alemania entrena el arte de la sonrisa
25 de septiembre de 2004El mundial 2006 es el “evento del siglo” para Alemania, según palabras del ministro del Interior alemán, Otto Schily. Se trata de una oportunidad única para mostrarse como un país vivo, renovado, amable y abierto al resto del mundo. Durante un congreso de la Confederación Alemana de Turismo (BTW) realizada hace unos días en Berlín, Schily recordó que durante el torneo de 2006 todo el mundo mirará hacia Alemania.
El país espera recibir a cerca de un millón de visitantes extranjeros. Tan sólo en el ámbito de pernoctaciones se espera percibir, en el mes que dura el Mundial, ingresos por 3.000 millones de euros. “Tenemos que hacer que los visitantes se sientan bienvenidos”, dijo Schily, que subrayó que para ello no basta con una organización excelente y con una buena infraestructura, sino que se requiere una actitud hospitalaria de parte de todas las personas que tengan relación con los aficionados. Schily indicó que en lo referente a la amabilidad todavía hay déficits en algunas ciudades que serán sedes del torneo.
Capitalizando sonrisas
En algunas ciudades que serán sede del Mundial “hay un déficit de amabilidad”, según Schily, pero hay tiempo de entrenar, por lo que el ministro ha pedido a todos que se esfuercen. Incluso las indispensables medidas de seguridad deben ir acompañadas de amabilidad: “Los controles más estrictos pueden hacerse más llevaderos con un buen tono de parte del personal encargado”, indica Schily.
Haciendo hincapié en las ganancias que se espera obtener durante el Mundial 2006, explicó que los beneficios pueden ser mayores si se aprovecha el Mundial para promocionar la imagen de Alemania.
Se han destinado cera de 3.400 millones de euros para mejorar la red de carreteras en las zonas relacionadas con el Mundial. Además todas las estaciones de tren en las ciudades sede serán renovadas de manera que ofrezcan una imagen amable que permita a los visitantes orientarse sin dificultades.
Ahora sólo falta que también los alemanes cooperen y sonrían. ¿De que sirven estaciones de imagen amable, si están repletas de personas poco corteses y nada amables? Los alemanes tienen 629 días para entrenar la sonrisa. ¿Lo lograrán?