Alemania: escasez de médicos se cura con brain drain
3 de septiembre de 2009Mientras que los acomodados de este planeta pueden permitirse escoger el médico y la clínica de su tratamiento, los de menor ingreso y los pobres no tienen acceso a la atención médica. El seguro médico obligatorio en países como Alemania pretende garantizar a todo ciudadano un tratamiento adecuado en caso de enfermedad. El sistema sanitario germano sigue siendo un modelo a seguir, también para la potencia Estados Unidos, pero sus estructuras se doblan bajo la presión de los costos crecientes. Una de las consecuencias de este resquebrajamiento la pagan los países del Tercer Mundo.
¿Un sistema bueno se resquebraja?
Este sistema -en el que empleado y empleador se reparten a medias el aporte a la caja sanitaria y los sanos y laboralmente activos pagan por los enfermos crónicos, los desempleados y los ancianos- acusa cada vez más deficiencias:
Cada vez son más los servicios médicos para los que el paciente tiene que recurrir a su bolsillo; el avance de la tecnología y la amplitud de las ofertas elevan la curva de costos; la implosión demográfica y la creciente longevidad de los alemanes carcomen lentamente el sistema.
También la vida de los médicos ya no es lo que era: salarios inadecuados, condiciones laborales inaceptables y la imposibilidad de conjugar trabajo y familia denuncia la Cámara de Médicos Alemana (BAK). Los galenos alemanes protestan desde hace ya algún tiempo. Debido a esto, en varios países europeos se contrata médicos del Tercer Mundo, para quienes, a pesar de las malas condiciones, el cambio a un país europeo, entre ellos Alemania, representa una mejoría.
Reino Unido atrae cerebros
El sistema sanitario de Reino Unido comparte ciertos elementos del sistema alemán, sobre todo en cuanto a la emigración de sus propios médicos se trata y en cuanto a que ocupa mano de obra cualificada extranjera. Sólo en Manchester se encuentran trabajando en este momento más médicos de Malawi, ex colonia británica, que en el país donde se formaron.
Una crisis hecha en el primer mundo
Según la Organización Mundial de la Salud, esta fuga de cerebros de los países del Tercer Mundo hacia los países industrializados ha ocasionado una grave crisis en los sistemas sanitarios más endebebles. Unos cuatro millones de médicos y enfermeros hacen falta en todo el mundo; 57 países, sobre todo africanos y asiáticos, acusan escasez de personal especializado.
Las estadísticas publicadas por la BAK confirman la tendencia: el año 2008 registra 21.784 médicos extranjeros en Alemania, 1350 más que en el año anterior y unos diez mil más que al final de la década anterior.
Diez por ciento de los médicos que laboran en los hospitales germanos son extranjeros; en 2007 eran siete por ciento. De Grecia, Rumania, Polonia e Irán provienen principalmente; 3,3 por ciento son del continente americano; 4,2 de África y 19,1 por ciento son oriundos de países asiáticos. Por esto, diversas organizaciones de ayuda al desarrollo subrayan que los países más pobres están financiando la cualificación del personal sanitario y la escasez de éste de las economías más fuertes, entre ellas Alemania.
Autor: Mirra Banchón
Editor: Claudia Herrera Pahl