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Alemania: la CDU reelige a su presidenta

Pablo Kummetz7 de diciembre de 2004

Angela Merkel, la presidenta de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el mayor partido de oposición en Alemania, fue confirmada en su cargo en el congreso que tiene lugar en Düsseldorf.

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Angela Merkel: los puntos sobre las íes.Imagen: AP


Merkel, que recibió 839 de 949 votos válidos de los delegados al congreso, reafirmó así su liderazgo en la CDU y con ello en la coalición con el partido hermano CSU, que actúa políticamente sólo en el Estado de Baviera.

CDU Parteitag Düsseldorf Merkel wiedergewählt Blumen
Angela Merkel: flores para la presidenta.Imagen: dpa

El grupo conservador CDU/CSU y el Partido Liberaldemócrata constituyen actualmente la oposición en el Bundestag (Parlamento alemán), dominado por la coalición socialdemócrata-verde, en el gobierno.

El resultado de la votación supone una aprobación del 88,41%, algo menos que en su primera elección, pero igualmente una convincente aprobación de su gestión, que confirma su liderazgo en el partido y la coloca en una muy buena posición para ser la candidata conservadora a canciller federal (jefe de gobierno) en las próximas elecciones, que tendrán lugar en el 2006.

Durante décadas, en la era de Helmut Kohl, la CDU estuvo acostumbrada a que entre la presidencia del partido y la base existiera una gran armonía. El congreso de la CDU en Düsseldorf acerca a los conservadores bajo la égida de Angela Merkel nuevamente a ese idilio.

Virulencia cuando el liderazgo es débil

El decidido discurso de la presidenta y el claro voto de los delegados no dejan lugar a dudas. Las luchas internas partidarias, que nunca cesan, pero alcanzan particular virulencia cuando el liderazgo es débil, permanecen así bajo control en la CDU.

Si bien aún es demasiado temprano para pronosticar una candidatura de Merkel a la jefatura de gobierno –su rival Edmund Stoiber, de la CSU aún no ha arrojado la toalla–, ello tiene que ver menos con su persona que con el momento y la oportunidad.

Exponer un candidato diecinueve meses antes de las elecciones a posibles intentos de desmontaje no sería muy inteligente. Además no debe olvidarse que hasta entonces se realizarán elecciones en cuatro Estados federales. Es decir, que mucha agua correrá aún río abajo.

Una clara constatación

En vista del desarrollo del congreso de algo no queda duda: que Merkel posee la autoridad necesaria para guiar al partido. La presidenta no sólo convence con su personalidad, sino que con su discurso también dejó muy claros contenidos y posiciones.

Ello, a pesar de que el la CDU/CSU no ha brillado justamente en los últimos tiempo por unanimidad programática.

Un consenso en cuanto a una propuesta de reforma del sistema de salud dejó varios malheridos políticos por el camino y una mala imagen en la opinión pública.

La propuesta de realizar una recolección de firmas en Alemania acerca de la integración de Turquía a la Unión Europea resultó ser tan mala idea que a los pocos días de lanzada fue retirada precipitadamente de la discusión.

Simpatías por el gobierno

Además, en el ínterin, según los sondeos de opinión, la coalición de gobierno ha ganado simpatía entre el electorado, a costas de la oposición, que ha perdido terreno.

Con los pronósticos de una decidida recuperación económica en el país para 2006, los conservadores no pueden ya cantar victoria por adelantado, como parecía hasta hace poco.

No obstante, a la oposición todo ello no parece inmutarle y, con la mirada fija en las próximas elecciones y la posibilidad de asumir el gobierno, han confirmado en su cargo a una presidenta que ha sabido salvar hasta ahora todos los escollos y podría transformarse en 2006 en la primera jefa de gobierno de Alemania.