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Alemania: "La gente ha dejado todo en manos de la política"

Volker Wagener
30 de noviembre de 2017

La tercera gran coalición con Angela Merkel podría ser pronto una realidad. No sería una buena opción política, opina en entrevista Stephan Gruenwald, psicólogo y analista de mercado y social.

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Deutschland Recycling der Bundestagswahlplakate 2017
Imagen: picture-alliance/dpa/U. Baumgarten

DW: Señor Grünewald, como psicólogo, analista de mercado y observador de la sociedad, puede mirar con profundidad en el alma alemana. ¿Cómo estamos ahora (los alemanes) entre la segunda y quizá tercera coalición de Angela Merkel?

Stephan Grünewald: Cuatro semanas antes de las elecciones realizamos un gran análisis, que luego se publicó en la revista "Spiegel” y causó furor en todos los medios de comunicación. Nos dimos cuenta de que había una enorme insatisfacción en el país. El resultado de las elecciones no refleja la dimensión de tal descontento, porque muchos electores han frenado su rabia. A Angela Merkel se le aprecia como estabilizadora. La creemos capaz de plantar cara a déspotas como Trump, Putin o Erdogan. Pero al mismo tiempo, los electores tienen la impresión de que no se han preocupado mucho por el país: es difícil encontrar viviendas asequibles, las escuelas están descuidadas y no hay justicia social. 

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Sin embargo, tras las tensiones en las negociaciones "Jamaica”, ahora ya nos dirigimos otra vez hacia la gran coalición. ¿Tenemos los alemanes un complejo para lograr consenso?

La campaña electoral es siempre un periodo, en el que todos los temas que nos intranquilizan vuelven a ponerse sobre la mesa. Mucha gente está descontenta, lo que se ha podido apreciar antes de la campaña electoral. Muchos esperaban en Alemania que, tras las negociaciones para formar coalición, siguiera la rutina pasiva.

Dicha rutina aún no ha llegado y da miedo, porque es sinónimo de futuro incierto. Por otro lado, la gente también piensa ahora otra vez en la gran coalición y dice: ¡No puede ser! Como psicólogo no puedo estar de acuerdo con la "groKo”, gran coalición. Si hubiera otra vez una gran coalición, aumentaría la sensación de que se gobierna sin alternativa, que no hay posturas indistinguibles en el centro. Ahora los electores tienen la impresión de que toda la política se ha vuelto más pastosa. La desorientación, la impotencia y la rabia resultantes aumentarían con otra gran coalición.

Creo que esta nos proporcionaría a corto plazo tranquilidad, pero a la larga causaría erosión en los partidos gobernantes. Si se sigue gobernando como si no hubiera alternativa, aumentaría la desconfianza en la democracia.

El balance de las anteriores grandes coaliciones es pobre. ¿Solo somos capaces de vacilar y administrar?

Le doy la razón. No había un proyecto común o una gran visión. Pero lo que es peor: la gente por comodidad ha dejado todo en manos de la política. La "mami” (Angela Merkel) se encargará de hacerlo.

En tiempos de "brexit" y Trump, la cosa ha cambiado. Ahora tenemos que encargarnos de cosas, como la política de refugiados. Necesitamos al fin y al cabo la disputa constructiva en la sociedad y esta no va a venir propiciada por la gran coalición.

Stephan Grünewald.
Stephan Grünewald, en contra de la gran coalición.Imagen: Stephan Grünewald

La sociedad está políticamente desgarrada. Merkel ya no es una santa. El SPD sigue siendo débil. La AfD es una realidad. El FDP se halla otra vez en el escenario político. ¿Qué quiere el alemán prototípico de hoy?

Tiene la impresión de vivir en un mundo en el que ha perdido la orientación. Por un lado, porque el mundo se ha vuelto más complejo. Por otro lado, porque se ha ocupado muy poco de ciertos temas. Ahora es la fase de tomar conciencia, de tener una orientación clara y ansiar partidos con perfiles, con visiones y puntos de vista propios.

Por lo tanto, un gobierno en minoría sería de verdad una oportunidad para contribuir a participar. Merkel tendría que cambiar su estilo político. Tendría que presentar sus propios proyectos y explicarlos. Tendría que poner de su parte al Parlamento y a los ciudadanos. Sería un paisaje político diferente del que hemos vivido en los últimos doce años.

¿Por qué es la política alemana tan aburrida y qué tiene de bueno? Explíquenoslo, por favor.

Bueno y malo son categorías morales. Desde el punto de vista psicológico, podríamos hablar de límites y oportunidades. El aburrimiento puede hacer que los ciudadanos caigan en ese estado de letargo. No expresan críticas fundamentales. Por eso, Merkel lo ha tenido fácil para seguir gobernando o seguir en su puesto por falta de alternativa.

Por otro lado, el aburrimiento político puede conllevar a que muchos no se sientan comprendidos, sin apoyo y sin capacidad de participación.

 

Stephan Grünewald (57) es psicólogo, autor con éxito de ventas y confundador del famoso Instituto Rheingold para Análisis de Mercado y Medios de Comunicación.

 

Volker Wagener (RMR/ELM)