¿Alemania liderará misión en Gaza?

¿Deberíamos hacernos cargo del conflicto en Cercano Oriente? ¿No deberíamos primero resolver nuestros problemas en Europa, por ejemplo, en Ucrania? La intervención en Ucrania no descarta una intervención en Gaza. Después de todo, los alemanes no estamos solos.

Si bien el gobierno alemán lidera la misión en Ucrania, siempre se esfuerza en llevar a cabo sus misiones junto con sus socios europeos. Aún no está claro quién estará al frente de una posible misión en Gaza, pero el ministro israelí de Exteriores seguramente no lo decidirá.

Elemento clave para una solución

Los diplomáticos alemanes hablan de dos elementos claves para una solución permanente: por un lado, se debe garantizar la seguridad de Israel, por otro, se deben mejorar las condiciones de vida de los palestinos, así como el desarrollo económico en la Franja de Gaza.

En años recientes, Alemania y sus socios europeos han invertido mucho en el desarrollo de la economía: una quinta parte del monto que la UE destinó a programas de infraestructura en Gaza proviene de Alemania. Además, están planeados otros proyectos por 120 millones de euros.

Aprender de los errores

Asumir indirectamente la responsabilidad de la seguridad de Israel, en el marco de una misión de observación que supervise el desarme de los grupos radicales en Gaza y la destrucción de sus túneles, sería algo nuevo. Hace nueve años, ya hubo una misión europea en el paso fronterizo de Rafah en la frontera de Egipto con la Franja de Gaza.

En aquel entonces, la misión EUBAM supervisó el trabajo de las autoridades fronterizas palestinas. Cuando estas no se atenían a procedimientos acordados, el personal de la UE tenía el derecho a exigir que se repitieran las inspecciones, y nada más. Dos años más tarde se cerró el paso fronterizo de Rafah y la misión de la UE fue disuelta. En este caso no se puede hablar de una misión exitosa. Sin embargo, nadie impide que los miembros aprendan de sus errores.

Asumir responsabilidad

A nivel internacional Alemania goza de una buena reputación. Es un país creíble. Lo que dice, lo hace. Eso está muy bien, sobre todo porque, teniendo en cuenta su historia, no siempre fue así. El gobierno alemán y el presidente del país han anunciado que Alemania asumirá más responsabilidad a nivel internacional, como corresponde a un país de su tamaño y poder económico. Lo que se dice, vale.