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Alemania no está preparada para escasez de materias primas

Sabine Kinkartz / Evan Romero-Castillo10 de junio de 2013

La industria alemana depende enormemente de los metales, pero de sus suelos se extraen muy pocas materias primas y casi ningún empresario tiene un plan emergente para responder a un eventual desabastecimiento global.

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Imagen: PROCHILE

Aunque hace cuarenta años ya se sabía que nacerían cada vez menos niños en territorio germano y que el sistema de jubilación nacional se vería negativamente afectado por esa tendencia demográfica, las décadas pasaron y se hizo poco para enfrentar ese problema. Y si las cosas siguen como van, pronto se podrá contar una historia similar sobre el sistema de adquisición de materias primas de Alemania. Los peligros que el desabastecimiento puede traer consigo ya están a la vista.

Después de todo, la industria del país depende enormemente de los metales, pero de sus suelos se extraen muy pocas materias primas, señala el director del Instituto de la Economía Alemana (IW), Michael Hüther. “Como la mena ha dejado de explotarse, lo único que producimos son los llamados metales secundarios. Es decir, el material que reciclamos con miras a reutilizarlo en la producción de bienes y productos”, explica el experto. Eso implica que Alemania importa casi todos los metales que usa.

Hüther: "Lo único que Alemania produce son metales reciclados para ser reutilizados en la producción de bienes y productos”.
Hüther: "Lo único que Alemania produce son metales reciclados para ser reutilizados en la producción de bienes y productos”.Imagen: picture alliance / JOKER

Las empresas pequeñas son las más vulnerables

De ahí que la seguridad del abastecimiento y la evolución de los costos de las materias primas sean temas que atizan la preocupación de la clase empresarial germana. El precio de los metales empleados en la industria se ha triplicado desde 1999 y eso encarece los costos de las etapas posteriores del proceso productivo. “En Alemania nos estamos viendo confrontados con problemas de competitividad, aún sin que la escasez de materias primas haya empezado”, advierte Hüther.

La mitad de los empresarios alemanes cree que sus competidores en países ricos en materias primas tienen ventajas innegables, pero, en Alemania, muy pocos han tomado precauciones para cuando se presente la verdadera crisis. Casi ninguna compañía tiene un “plan B” para responder a un escenario marcado por la escasez de metales. La mayoría de las empresas grandes y medianas ha diseñado estrategias para guardarse las espaldas, pero en un cuarto de las empresas pequeñas esas previsiones brillan por su ausencia.

La mitad de los empresarios alemanes cree que sus competidores en países ricos en materias primas tienen ventajas innegables.
La mitad de los empresarios alemanes cree que sus competidores en países ricos en materias primas tienen ventajas innegables.Imagen: PROCHILE

¿Qué deben hacer los Estados europeos?

Hüther recomienda tener en la mira todos los eslabones de la cadena productiva. “Muchas empresas conocen bien a sus proveedores directos de materias primas, pero saben poco sobre los recursos naturales de los que depende la fabricación de esos materiales. Lo que hemos notado es que, mientras más importantes sean las materias primas para una empresa, menos saben los empresarios sobre ellas”, lamenta el especialista del IW de Colonia.

Algunos riesgos pueden ser anticipados y evitados por los empresarios, pero hay situaciones en los mercados de las materias primas que sólo pueden ser enfrentados por los Estados. Sólo los tratados de libre comercio pueden neutralizar las prácticas proteccionistas, los impuestos de exportación y otras tendencias que obstaculizan el desenvolvimiento de los mercados, aseguran los investigadores del IW. Pero además, los países europeos deben coordinar sus políticas para la adquisición de materias primas para que el bloque comunitario tenga más peso a la hora de negociar.

Autores: Sabine Kinkartz / Evan Romero-Castillo

Editor: Enrique López