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“Alemania seguirá apoyando a Colombia”

José Ospina Valencia14 de marzo de 2007

Durante la última etapa de la gira a Suramérica, Horst Köhler habló en Colombia con su homólogo Álvaro Uribe sobre los progresos y dificultades del proceso de paz y la necesidad de mucho más apoyo por parte de Europa.

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El presidente alemán Horst Koehler (izqu.) y el presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez.Imagen: AP

“Alemania tiene todo el interés en intensificar la cooperación con Colombia”, dijo el presidente alemán, Horst Köhler, durante su encuentro con el presidente colombiano, Álvaro Uribe Vélez en el marco de su primera visita a ese país suramericano en representación de Alemania. Köhler cree que “esa cooperación puede apoyar el proceso de paz y el desarrollo de Colombia hacia un Estado de Derecho más sólido”.

Köhler absuelve en Colombia, la última etapa de un pequeño periplo que lo llevó antes a Paraguay y Brasil. En Colombia uno de los temas prioritarios ha sido el difícil proceso de paz que adelanta el Gobierno de Uribe Vélez sobre el cual “hablamos con franqueza”, reconoció Köhler. En ese marco, la reinserción a la vida civil de antiguos militantes del paramilitarismo y las guerrillas fue uno de los puntos que más impresionaron al mandatario alemán.

“(Uribe) no nos pintó un mundo rosa. A pesar de que ya unos 40 mil de los 60 mil terroristas y guerrilleros se han sometido al actual proceso de paz hay aún victimarios. Las sinceras palabras de Uribe me convencieron más aún de que la estrategia del Presidente no es solamente la visión de una pacificación y del Estado democrático, sino que apuesta también por una visión realista. Creo que es un buen avance”, concluyó Horst Köhler.

Falta más apoyo concreto de Alemania

El motor del conflicto librado por guerrilla y paramilitares es empero el narcotráfico, un problema global que los dos mandatarios trataron igualmente. “Alemania constata también progresos en la lucha contra el narcotráfico, aunque el mismo Presidente (Uribe) no está contento con todo lo logrado”, dijo Köhler, a quien el presidente colombiano le pidió interceder ante la Unión Europea por ayuda en la búsqueda de alternativas a los cultivos de coca. “Yo mismo pienso que la gran problemática que constituye la droga, no cuenta con la atención necesaria de la comunidad internacional”, reconoció el presidente alemán.

Uribe expuso el deseo de su Gobierno de abandonar las controversiales fumigaciones y optar por aumentar la erradicación manual de cultivos de coca. En ese mismo sentido, “hablamos con el presidente colombiano sobre cómo ayudar a las personas desplazadas por el conflicto ofreciéndoles otras fuentes de ingresos, para que tengan una alternativa al cultivo de la droga”, señaló Köhler.

Uno de los programas alternativos más exitosos ha sido el de las “Familias Guardabosques”, donde familias campesinas son ayudadas económicamente para que preserven los bosques y desistan de cultivar ilícitos.

Doble tributación impide intercambio comercial

En el sector económico, Köhler quisiera “explotar más el potencial (colombiano)” prometiendo, a la vez, que transmitirá la petición de Colombia de eliminar la doble tributación, uno de los mayores obstáculos para un intercambio comercial más atractivo entre ambos países.

Horst Köhler conoce Colombia desde 2000, cuando lo visitara como director del Banco Mundial. Köhler constató ahora crecimiento económico, progresos en la lucha contra la pobreza y una mejora social. “Expreso mi gran reconocimiento del Presidente Uribe, porque desde un principio enfocó su estrategia en la mejora económica, para atender temas políticos internos difíciles, es decir el conflicto en el país”, puntualizó.

Hoy hay más debate que violencia

Por último, Álvaro Uribe reiteró que “en Colombia se da el caso singular de que un Gobierno democrático, todavía con presencia muy peligrosa de guerrillas, impulsa un proceso para esclarecer la verdad y llevar a la justicia a quienes, de una u otra manera, patrocinaron la violación de los derechos humanos. Aquí hemos sufrido no la dictadura del Estado, sino la de la guerrilla, de los paramilitares y del narcotráfico”.

El presidente colombiano concluyó que hoy, paradójicamente, “en Colombia hay más debate que violencia paramilitar y que eso marca una gran diferencia con lo que ocurría en el pasado: más violencia de guerrilla y de paramilitares y menos debate público.