Alemania: señales positivas al comenzar diálogo CDU-SPD
4 de octubre de 2013
El proceso puede durar meses, pero Angela Merkel lo inició con buen pie: la primera reunión entre la canciller conservadora y la oposición socialdemócrata (SPD) para negociar un gobierno de coalición en Alemania concluyó con señales positivas y un acuerdo para continuar el diálogo en diez días.
El objetivo del encuentro entre los líderes de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y los del SPD no era llegar a conclusiones concretas, sino sondear puntos en común y la voluntad de los dos principales partidos de Alemania de reeditar una "gran coalición" como la del primer gobierno de Merkel (2005-2009).
Y el clima de la reunión convenció a todos. "Tampoco es que fuera como una fiesta de cumpleaños infantil. Pero en lo esencial se trató de un diálogo apropiado, sincero y rodeado de una buena atmósfera", ilustró el secretario general de la CDU, Hermann Gröhe. Su par del SPD, Andrea Nahles, habló de "una atmósfera abierta y receptiva".
Ambos destacaron numerosos puntos en común, pero también "temas conflictivos". "Tiene sentido seguir el diálogo y es necesario hacerlo", avisó Gröhe. Los líderes de la CDU y el SPD acordaron por eso celebrar el 14 de octubre una segunda reunión en la que posiblemente profundicen ya en temas de fondo.
Socios por necesidad
La CDU de Merkel y su socia bávara, la Unión Cristianosocial (CSU), lograron una victoria aplastante en las elecciones del 22 de septiembre. Como suele ocurrir en Alemania, sin embargo, necesitan un socio para gobernar.
Tras perder en los comicios a su socio de gobierno actual, los liberales del FDP, la "gran coalición" con el SPD es la opción preferida por Merkel y por la mayoría de los alemanes, según las encuestas.
En la reunión de hoy participaron 21 altos funcionarios de los tres partidos, incluyendo a la propia Merkel y los jefes del SPD, Sigmar Gabriel, y de la CSU, Horst Seehofer. Los tres mantienen una relación cordial y Gabriel fue ministro de Merkel durante la anterior "gran coalición".
Pero los escollos a superar son muchos: desde diferencias de programa como el salario mínimo y el aumento de impuestos, que el SPD impulsa y la CDU rechaza, pasando por el reparto de ministerios hasta las reticencias de muchos socialdemócratas, que salieron de su anterior alianza con Merkel hundidos en los sondeos.
SPD: las bases decidirán
Si ven perspectivas de acuerdo, los partidos decidirán iniciar negociaciones formales. El SPD quiere someter ese paso al voto de sus bases -unos 470.000 miembros- para implicar a sus votantes y evitar volver a ser castigado en las urnas por participar en un gobierno de Merkel, como ocurrió en 2009.
De forma paralela, la canciller se reunirá el 10 de octubre también con los ecologistas de Los Verdes, el otro posible socio para formar gobierno.
Las negociaciones entre todos los partidos se prevén largas y podrían retrasar el inicio del tercer mandato de Merkel incluso hasta principios de 2014.
En caso de que Merkel no logre un acuerdo ni con Verdes ni con socialdemócratas, Alemania tendría que volver a celebrar elecciones. Las encuestas dicen que en ese caso la CDU de la canciller obtendría una victoria aun más aplastante que la de septiembre y alcanzaría la mayoría absoluta para gobernar en solitario.
EL(dpa, EFE)