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Madera: Alemania tiene mucha, pero los precios suben

Hardy Graupner
17 de mayo de 2021

Mientras el coronavirus hacía estragos, la demanda de productos madereros se disparaba. ¿Hay o no escasez de madera? ¿Por qué suben los precios de estos productos?

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Manzanas de la discordia entre mercado y cambio climático. Producto torneado de Bremen. Imagen: Bremer Drechslerei

Andreas Melzer es jefe de un aserradero en Rüdersdorf, en las afueras de Berlín. Sus libros de pedidos están llenos, dice a DW. Este empresario no ha notado la falta de madera, porque, como apunta, "nunca ha habido tanta madera sin procesar en Alemania."

La Oficina Federal de Estadística (Destatis) lo confirma: "En 2020 hubo un récord de tala", el más alto desde la reunificación alemana en 1990. Y, en buena parte, es consecuencia del cambio climático. "La gran cantidad de árboles talados en 2020 se debe a la necesidad de retirar muchos más árboles derribados por las tormentas o porque estaban infestados con escarabajos comecorteza", dice a DW Holger Weimar, del Instituto Thünen de Silvicultura y Economía Forestal Internacional, con sede en Hamburgo. Es más, "las cifras oficiales son hasta un 25 % inferiores a las reales, ya que no incluyen la tala en bosques privados", señala el experto.

¿Puede el mercado nacional absorberlo todo?

¿Adónde va a parar toda esa madera? Aunque los aserraderos han trabajado al tope durante la pandemia, en los bosques de todo el país se acumulan enormes pilas. "Simplemente, en Alemania no hay suficientes aserraderos y falta mano de obra cualificada", explica Weimar.

Mientras el coronavirus hacía estragos, la demanda de productos madereros se disparaba. La construcción con madera ha cobrado impulso, al igual que los proyectos de bricolaje en los hogares. Así mismo, ha crecido la demanda en los principales mercados internacionales, como en "Estados Unidos, donde quebraron muchos aserraderos durante la crisis financiera", explica Weimar.

Carsten Merforth, gerente de Mercer Timber Products, una empresa de Turingia especializada en productos de madera blanda, coincide con Weimar. A lo anterior se suman "los programas de inversión a gran escala de la administración Biden, que hacen crecer la demanda y los precios", dice Merforth a DW.

Archivo: daños ocasionados por el huracán "Kyrill" en Hesse, el 22 de enero de 2007.
Holger Weimar: "La gran cantidad de árboles talados en 2020 se debe a la necesidad de retirar muchos más árboles derribados por las tormentas o porque estaban infestados con escarabajos comecorteza."Imagen: picture-alliance/dpa/U. Zucchi

Acaparadores de madera en Alemania hacen su agosto

"El actual revuelo en Estados Unidos se ha trasladado a Alemania, donde algunos están acaparando madera, llenando sus depósitos más allá de sus propias necesidades, especulando con nuevas subidas de precios y logrando así que el exceso de madera no pueda ser aprovechado por otros", concluye Merforth.

A la tensa situación se suma el hecho de que los carpinteros alemanes exigen maderas de muy alta calidad, que el mercado ahora no ofrece, debido a los daños ocasionados por los insectos. "Una madera que otros clientes en el extranjero no desdeñan", precisa el empresario. Así que no hay escasez de madera en Alemania, sino sobreoferta, pero no de la calidad que exige el mercado alemán. Y no precisamente porque la madera de calidad se esté exportando.

"En 2020, la industria alemana de aserraderos sólo exportó 600.000 metros cúbicos más de madera aserrada a Estados Unidos. Eso es casi insignificante", señala Carsten Merforth, añadiendo que EE. UU. sigue obteniendo la mayor parte de sus importaciones de Canadá y solo un 4% al 5% de Alemania. Y explica que "en el caso de China, se trata sobre todo de madera dañada por las tormentas o infestada, que nadie en Alemania quiere utilizar".

El experto en economía forestal Holger Weimar no cree que el repunte de los precios de la madera vaya a prolongarse mucho en el futuro, aunque, admite que hay poca experiencia con picos tan extremos.

(jov/rml)