Alemania-Turquía: prueba para las relaciones económicas

La caída en picado de la lira turca golpeó duramente a las empresas alemanas en Turquía. Estas no solo están luchando contra la reducción de las ventas, sino, peor aún, contra la gran inseguridad política y económica del país.

Y la incertidumbre persiste, ya que el presidente Erdogan y el gobierno turco todavía no parecen haber encontrado una solución convincente para estabilizar permanentemente el valor de la lira y frenar la galopante inflación. Por eso, no es de extrañar que ahora muchas empresas alemanas, que han invertido en el país en los últimos años, revalúen sus negocios allí.

Bolsillos vacíos, buscando apoyo germano

Recuperar la confianza perdida y lograr el retorno de los inversores extranjeros. Estos son los objetivos de la visita del ministro de Finanzas turco, Berat Albayrak, y su suegro, el presidente Erdogan. Días antes de su visita a Berlín, Albayrak comenzó una verdadera ofensiva de acercamiento a Alemania en una entrevista con el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung. El título fue: "Apreciamos mucho a Alemania".

Sin embargo, hace solo un año, Erdogan y sus ministros tildaron a los líderes políticos alemanes, incluyendo a la canciller alemana, de facistas, racistas y hostiles hacia los turcos. Pero Turquía necesita urgentemente dinero de Alemania: el déficit crónico de la cuenta corriente de Turquía hace que el país sea extremadamente vulnerable y dependiente de la inversión extranjera.

Imagen arruinada

Pero no todas las empresas alemanas están esperando a ver qué sucederá en Turquía. Algunas ya reaccionana. Según la agencia estatal de inversión y comercio exterior Alemania Trade and Invest (GTAI), la empresa de energía EWE, que abastece a Turquía con gas natural desde 2007, está considerando retirarse por completo del país. El motivo es el aumento del precio de compra de gas natural debido a la devaluación de la lira.

Otro ejemplo: la cadena alemana Mediamarkt, con muchas sucursales en Turquía, aparentemente ha suspendido sus planes de adquirir acciones de su competidor Teknosa. Se ha tomado esta decisión debido a las previsiones negativas de ventas de electrodomésticos.

Nueva regulación de divisas, aún más inestabilidad

Para frenar la caída de la lira, el Gobierno turco está haciendo esfuerzos drásticos para detener la salida de divisas. Por ejemplo, desde el 4 de septiembre, el Ministerio de Finanzas obliga a los exportadores a transferir al menos el 80 por ciento de sus ingresos en divisas a Turquía en un periodo de 180 días. Las empresas alemanas también se ven afectadas por esta nueva ley. 

Además, los precios de fábrica aumentaron en un 32%. Para las empresas turcas es imposible trasladar estos costes a sus clientes debido a la deplorable situación económica del país. Las consecuencias son los bajos márgenes de ganancias, que amenazan la existencia de las empresas.

Empresas alemanas tradicionales en Turquía

Las principales empresas alemanas en el mercado turco, como el fabricante de vehículos MAN y la empresa textil Hugo Boss, han estado presentes en Turquía durante mucho tiempo. Sobre todo, atraídas por el hecho de que allí pueden producir ahorrándose un tercio en costos de producción.

Entre las empresas alemanas en Turquía hay "una gran reserva en lo que respecta a las nuevas inversiones", dijo Jan Noether, de la Cámara de Comercio Alemana en Estambul, a la revista económica "Wirtschaftswoche".

En abril, los negocios aún iban bien. Ahora, cinco meses después, debido a la depreciación de la moneda, las cifras ya no entusiasman. Los productos de calidad alemanes se han vuelto sencillamente inaccesibles para muchos clientes empresariales turcos, que a menudo se quejan de los créditos en dólares extremedamente caros.

Thomas Kohlmann  (RMR/ER)

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