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Alemania y su nuevo Parlamento XXL

Konstantin Klein
28 de septiembre de 2017

Luego de las elecciones, el Parlamento alemán inicia sus sesiones con más diputados que nunca en su historia. Esto, que suena a un éxito de la democracia, es criticado porque podría costar millones de euros.

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Imagen: picture-alliance/Arco Images/Schoening

Ascensores repletos de gente, largas filas en los controles a la entrada y en el restaurante: quienes visitan el Parlamento alemán por estos días viven de cerca las consecuencias de las elecciones generales alemanas. En este décimo noveno período legislativo hay más diputados que nunca en la historia de esa institución. Había 630, y ahora son 709 los nuevos representantes del pueblo que se mudan al edificio berlinés del Reichstag.

"500 diputados son más que suficientes”

Heiner Holznagel, presidente de la Asociación Alemana de Contribuyentes.
Heiner Holznagel, presidente de la Asociación Alemana de Contribuyentes.Imagen: picture-alliance/dpa/Bernd von Jutrczenka

"Lamentablemente, nuestros temores se hicieron realidad: ahora tenemos un Bundestag XXL”, dijo el presidente de la Asociación de Contribuyentes, Heiner Holznagel, en una carta abierta. Esa asociación hace tiempo que trabaja por una reforma electoral que ponga un techo al número de diputados: "La intrincada ley electoral ha desencadenado una avalancha de costos para el contribuyente, que podría haberse evitado y que no agrega valor al Parlamento”, argumenta Holznagel. De acuerdo con el resultado de los comicios, el número de diputados puede aumentar. Si un partido obtiene más mandatos directos (primer voto) de los que escaños que le corresponden según la cantidad de segundos votos, entonces hay mandatos por excedencia y por equiparación.

La Asociación de Contribuyentes estima que, en 2018, el Bundestag será 54 millones de euros más caro  que hasta antes de las elecciones, con 630 diputados. Esa asociación calcula que el Parlamento operará en 2018 con cerca de 517 millones de euros. En esos costos están comprendidos las dietas de los diputados, los salarios de sus empleados, los suplementos, los costos globales y gastos de administración. Al respecto, el periódico alemán Bild advirtió que si un gran número de diputados de la CDU y del SPD se retirara sorpresivamente del Parlamento, podrían sumarse otros altos costos adicionales. Ambos partidos perdieron, en total, 105 mandatos que fueron a parar al partido nacionalista de derecha AfD y a los liberales del FDP. Los exdiputados, además, tienen derecho a un salario de transición. Y, según Bild, también aumentarán los gastos para las fracciones parlamentarias, así como los destinados a los grupos de visitantes.

Berlin Wahllokal zur Bundestagswahl
Imagen: Getty Images/M. Hitij

Asimismo, la oficina de prensa del Bundestag anunció que no existe aún una lista detallada del aumento de gastos del Parlamento "tamaño gigante”. Por eso, el nuevo Parlamento alemán debería ocuparse urgentemente de elaborar una reforma electoral que ponga tope al número de diputados, exige Heiner Holznagel. "500 diputados son más que suficientes”. Un Parlamento inflado no será visto por la gente como algo beneficioso , ya que el hecho de que haya más diputados no significa "que automáticamente haya una mejor democracia ni que eso traiga mejores resultados”. La Asociación de Contribuyentes ya hizo circular una petición online que ha reunido 114.000 firmas.

El presidente saliente del Parlamento, Norbert Lammert, ya había intentado varias veces evitar un Parlamento XXL a través de medidas como la actualización y aditamento de la ley electoral, y presentó dos veces sus propuestas a ese organismo.

Norbert Lammert, presidente saliente del Parlamento alemán.
Norbert Lammert, presidente saliente del Parlamento alemán.Imagen: picture-alliance/AA/M. Gambarini

Lammert exigía un límite de 630 parlamentarios, pero se encontró con la negativa de la CDU y del SPD, que suponían desventajas para sus diputados. Ahora, el Parlamento alemán de tamaño gigante es un hecho, y abre una serie de interrogantes. Por ejemplo: ¿cómo se las arreglará para funcionar un Parlamento que tenía cuatro fracciones y ahora tiene seis? ¿Cuánto costará la adquisición de más equipo para las oficinas, de infraestructura informática y de más seguridad? ¿Cómo se manejará el tema del espacio, que es limitado? Seguramente no serán las únicas preguntas que plantea este nuevo mamut de la democracia alemana.

Autor: Konstantin Klein (CP/ ERS)