Amnistía Internacional, “decepcionada” de Suu Kyi
19 de septiembre de 2017La organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional se mostró decepcionada por el discurso de la líder birmana Aung San Suu Kyi sobre la crisis de refugiados de la minoría musulmana rohinyá en la región fronteriza entre Birmania (Myanmar) y Bangladesh.
Si bien James Gomez, director de la organización para el sureste asiático y el Pacífico, alabó la condena de la presidenta "de facto del país" -cargo que no ocupa por una cuestión formal- a las violaciones de los derechos humanos, criticó el hecho de que la Nobel de la Paz callara sobre el papel de las fuerzas de seguridad birmanas.
Gomez, acusó a la Nobel de la Paz de victimismo y medias verdades durante su discurso ante diplomáticos y periodistas este martes (19.09.2017).
Más información:
-Lo que debe saber sobre los rebeldes rohinyás de Myanmar
-Birmania: Suu Kyi dice que asume responsabilidades y está con quien sufre
"Aung San Suu Kyi asegura que su Gobierno no teme el escrutinio internacional", pero ha dicho reiteradamente que no cooperará con la misión de la ONU, dijo Gomez. "Si Myanmar no tiene nada que esconder debería permitir la entrada de investigadores de la ONU en el país", agregó.
Este martes (19.09.2017) el Gobierno birmano reiteró su rechazo a la Misión de Investigación de la ONU para el país asiático establecida por el Consejo de Derechos Humanos en marzo pasado, porque "no ayuda" a resolver la compleja situación en el estado de Rajine.
ONU exige acceso ilimitado al país
El presidente de la misión, Darzuki Darusman, instó hoy al Gobierno a que le conceda acceso "pleno y sin impedimentos" al país para verificar las denuncias de los graves abusos contra los rohinyás cometidos por el Ejército y las fuerzas de seguridad.
Darusman se refirió a asesinatos en masa, al uso excesivo de la fuerza, torturas y malos tratos, violencia sexual y basada en el género, y a la destrucción y quema de pueblos enteros, unos 200, según dijo.
Según la ONU, más de 410.000 miembros de la minoría musulmana rohinyá huyeron de Myanmar a la vecina Bangladesh. Los rohinyá viven sobre todo en el estado de Rajine, en el oeste de Myanmar, cerca de la frontera, donde sufren discriminación desde hace años. El país budista les retiró la nacionalidad en 1982 y desde entonces son un pueblo apátrida sin apenas derechos.
VT (dpa, efe)