América Latina: "de tú a tú con los países más ricos"
26 de septiembre de 2009Misión cumplida en Pittsburgh: Argentina, Brasil y México no ocultaron hoy su profunda satisfacción por el desenlace de la Cumbre del G20, que no sólo arrancó un compromiso de incrementar las cuotas del poder de voto para los países emergentes en organismos internacionales como el FMI, sino que además "consolidó" este foro incluyente como el que en el futuro tomará las decisiones sobre la economía mundial.
Pittsburgh "ha consolidado el G-20 como el organismo que buscará soluciones a la crisis económica mundial", dijo Cristina Fernández de Kirchner, la presidenta argentina, luego de la cumbre en la ciudad estadounidense de Pittsburgh.
"Esta cumbre quizás haya sido la más importante del G-20 hasta ahora (...) porque hoy el G-20 se ha consolidado de manera definitiva como el foro institucional que se encargará de las cuestiones económicas a partir de ahora", coincidió su par brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva.
"Ahora los países tienen un foro mucho más fuerte y representativo. Vamos rápidamente hacia un nuevo orden internacional", agregó Lula en rueda de prensa.
"Me voy de la reunión con la convicción de que el G-20 cumple ahora un papel excepcional, en este nuevo orden económico y para regular el sistema financiero y establecer las reglas para la creación de empleos", insistió el mandatario, para quien este cambio ha sido posible, en cierto modo, por la propia crisis mundial.
"La crisis ha abierto las mentes de los países", sostuvo. Una "apertura de mente" que los países en vías de desarrollo no dudaron en aprovechar para avanzar sus reclamos en debate de tú a tú con las naciones más ricas del planeta.
Más influencia en el FMI
Resultados: el "compromiso" por escrito, entre otros, del G-20 de que incrementarán las cuotas que determinan el poder de voto de los países emergentes y en vías de desarrollo en el Fondo Monetario Internacional (FMI) en al menos 5 por ciento, así como un aumento de al menos 3 por ciento del poder de voto para estas naciones en el Banco Mundial. En América Latina previsiblemente se beneficiarán Brasil y México.
En el FMI se llevarán a cabo próximamente las negociaciones para traducir el compromiso del G-20 en una fórmula específica que eleve el porcentaje de voto de los países en desarrollo del 43 por ciento actual a por lo menos el 48 por ciento.
Ese cambio sería "el mayor en la historia" del FMI, comentó a la prensa su director gerente, Dominique Strauss-Kahn. Para que salga adelante, será necesario que lo aprueben por amplia mayoría los 186 países miembros de la organización, y no sólo el G-20.
"No será fácil", dijo el jefe del FMI, quien añadió, sin embargo, que el impulso político es fuerte para lograrlo. Brasil, China, India y Rusia habían propuesto una cesión del 7 por ciento del voto, pero Lula se dio por satisfecho con el 5 por ciento apoyado por el G-20.
Esos cuatro países hicieron valer su nuevo peso en la economía mundial y su salida rápida de la crisis para pedir con especial insistencia la redistribución del poder en el FMI.
Naciones europeas como Bélgica, Suiza e incluso Reino Unido y Francia previsiblemente perderán poder, pues están sobre-representados en el organismo en relación al peso de sus economías en el mundo.
Más capital para el BID
Los países latinoamericanos también trajeron a la cumbre la demanda de que se refuercen los fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el principal prestamista oficial en el continente. El comunicado final es vago al respecto, pues pide reforzar las cajas de los bancos regionales de desarrollo en general.
No obstante, fuentes del Gobierno de México dijeron que hay un principio de acuerdo sobre el tema en el que se prevé que los países donantes aporten una cantidad aún no definida al BID, que la dedicará a préstamos para el desarrollo.
"Es importante que los países desarrollados estén de acuerdo en la recapitalización de este banco", por ser el principal prestamista oficial del continente, declaró a la prensa el secretario mexicano de Hacienda, Agustín Carstens. Su país ha pedido que, "a más tardar a mediados del próximo año, haya un plan específico al respecto", dijo.
Más trabajo decente
En este G-20 también se logró el reconocimiento de que más allá de las políticas financieras, el G-20 tiene que poner en el futuro más énfasis en políticas laborales, un tema puesto sobre la mesa de Pittsburgh por Argentina, Brasil y España.
"Ha sido como una especie de giro de 180 grados", señaló Fernández de Kirchner, quien recordó el cambio de actitud de la anterior cumbre del G-20, en abril en Londres, a la hoy concluida.
En Londres "acabamos peleando por que no se incluyera el término flexibilización laboral y acá el documento empieza precisamente reivindicando la necesidad del trabajo decente como uno de los instrumentos fundamentales para abordar la crisis", destacó la mandataria, una de las impulsoras de que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) acudiera por primera vez invitada a estos encuentros.
Para cumbres futuras, Argentina y España impulsarán incluso la participación de los ministros de Trabajo de los países miembro en los encuentros, una demostración del cambio de visión que ha provocado la profunda recesión.
Una crisis que el anfitrión de la cumbre, Barack Obama, proclamó al término del encuentro por casi superada, si bien países como México manifestaron su "cautela". "Hay una actitud más positiva pero también cauta porque el paciente, si bien va en recuperación, todavía le falta trabajo para que la recuperación sea completamente sostenida y que dé todo el potencial que necesitamos", declaró el secretario mexicano de Hacienda, Agustín Carstens.
"Es una recuperación que todavía tiene riesgos hacia adelante, sobre todo en términos de consolidación de la salud de todas las instituciones financieras", insistió. Con todo, los mandatarios latinoamericanos compartieron el espíritu manifestado por Obama al término de la Cumbre.
"Todavía hay mucho trabajo por hacer, pero nos vamos hoy de aquí más confiados y más unidos en el esfuerzo conjunto de mejorar la seguridad y la prosperidad para todos nuestros pueblos", concluyó Obama.
PK/dpa/Reuters
Editor: José Ospina Valencia