Merkel: “Alemania superará esta crisis”
31 de diciembre de 2009
Queridas conciudadanas, queridos conciudadanos: a ustedes y a sus familias les deseo salud y satisfacción para el nuevo año 2010. Por quinta vez me está permitido transmitirles mis deseos en la noche de Año Nuevo. Pero, para mí, la de hoy no es una noche como las demás; este cambio de año me hace recordar la de 1989, que celebré en Hamburgo junto a mi esposo.
Y es que pocas semanas antes, el 9 de noviembre, había caído el Muro de Berlín. Sin la caída del Muro de Berlín no habríamos podido pasar la noche del 31 de diciembre de 1989 en Hamburgo junto a mi familia de Alemania occidental. Si el muro no hubiera desaparecido, mi vida y la de todos los ciudadanos de la República Democrática Alemana habría transcurrido de una manera muy distinta.
Una noche de año nuevo singular
Mi primera noche de Año Nuevo en libertad tras vivir 35 años en la República Democrática Alemana; esa fue una experiencia singular. Y pocos meses después, el 3 de octubre de 1990, nuestro país logró reunificarse en libertad. En eso pienso esta noche. Es cierto: todavía no hemos superado todos los retos que supuso la reunificación de Alemania. Pero también es cierto que es la fuerza de la libertad la que derribó el Muro de Berlín.
La libertad nos guía en el cumplimiento de las tareas que el nuevo año nos depara. En este instante pienso, sobre todo, en los numerosos colaboradores civiles, en los policías y en nuestros soldados, quienes cumplen con sus responsabilidades lejos de sus seres queridos, poniendo en peligro sus vidas en muchos lugares del mundo, sobre todo en Afganistán. El Gobierno federal de Alemania sabe muy bien lo difícil y peligrosa que es su misión.
Arranca una nueva década
Queridas conciudadanas, queridos conciudadanos: esta no es una noche como otras. Ahora comienza una nueva década; una particularmente decisiva para nuestro país. En esta década se decidirá cómo protegeremos a la Humanidad y la Justicia en un mundo que no ha logrado librarse de la injusticia, la violencia y la guerra; cómo nos recuperaremos de la crisis económica más intensa en la historia de la República Federal Alemana.
En esta década se decidirá cómo sanearemos las finanzas estatales, asumiendo responsabilidad de cara a las generaciones por venir; cómo nos conservaremos abiertos al mundo y jóvenes en el espíritu a pesar de que, como sociedad, somos cada vez menos y estamos envejeciendo; cómo conservaremos nuestra noción de bienestar cambiando nuestra manera de vivir y administrarnos.
“No podemos esperar que esta crisis pase rápidamente”
El año que termina estuvo marcado por la más grande crisis financiera de nuestra era. En 2010 se decidirá cómo saldremos de esta coyuntura. Yo lo digo abiertamente: no podemos esperar que esta crisis pase rápidamente. De hecho, la situación empeorará en algunos aspectos antes de que pueda mejorar. Sin embargo, tenemos buenas razones para contar con que Alemania domará esta crisis.
Eso sí, la crisis financiera global no debe servir de excusa para darle la espalda a otros retos que la Humanidad debe enfrentar. Al contrario, el mundo debe demostrar que ha aprendido bien su lección. La economía y la protección del medio ambiente no son nociones opuestas, ellas se complementan mutuamente, hoy más que nunca. No debemos dejarnos convencer de lo contrario por desencuentros como los que tuvieron lugar en la conferencia sobre cambios climáticos de Copenhague.
Un 2010 prometedor
Nosotros demostramos nuestra buena voluntad y disposición para la negociación, pero, lamentablemente, también mostramos vacilación y terquedad. Pero dejarse desanimar por los resultados de la conferencia sería un error. Alemania no se desanimará. Alemania ha propuesto ir más allá de las metas convenidas en Europa para la reducción de emisiones de CO2 y pone recursos a la disposición de Estados más pobres para darles el apoyo que necesitan para proteger el medio ambiente. Y Alemania seguirá promoviendo la idea de que los problemas globales sólo pueden ser resueltos uniendo el esfuerzo de todos.
Queridas conciudadanas, queridos conciudadanos: ya se vislumbran numerosos acontecimientos que nos depararán alegría en el año 2010. El campeonato mundial de fútbol, las actividades culturales en Essen y en la Región del Ruhr, capital cultural de Europa 2010, y el Día de la Iglesia Ecuménica.
Retos de ayer y hoy
La fuerza de la libertad y la experiencia de la vida en sociedad, los sesenta años de la Ley Fundamental para la República Federal de Alemania y los veinte años de la reunificación de nuestro país demuestran que nuestra nación ya ha superado grandes retos. Por eso también podemos superar los obstáculos que de nuestra generación. En este sentido, le deseo a ustedes y a sus familias un año 2010 lleno de satisfacción, alegría y bendiciones.
Editor: José Ospina Valencia