Gana atractivo la Conferencia de Seguridad de Múnich

DW: Ud. dirige la Conferencia de Seguridad de Múnich desde 2008. En vista de las múltiples crisis internacionales y los problemas simultáneos, ¿es esta su conferencia más difícil?

Wolfgang Ischinger: Objetivamente la respuesta es No. Debido al aumento de la inestabilidad global y regional, y a las numerosas acuciantes situaciones de conflicto a nivel internacional, esta conferencia ha resultado relativamente fácil de organizar. Hay gran cantidad de personas que quieren participar y hablar, y tenemos con seguridad un exceso de gente que quiere acudir y escuchar. Ha quedado en evidencia que no necesitamos tratar de convencer a nadie para que venga a Múnich. Eso nos facilita las cosas. Si quisiera ser un poco cínico, diría que mientras más crisis tengamos y más serias sean éstas, más atractiva y significativa se volverá probablemente la Conferencia de Seguridad de Múnich para quienes dirigen los Estados y deben buscar soluciones a los conflictos.

¿Serán más estrictas esta vez las medidas de seguridad, debido a la concurrencia de numerosos líderes políticos y a los últimos atentados terroristas cometidos en París?

Temo que no puedo decirle mucho al respecto, justamente por razones de seguridad. Pero puedo garantizarle que todas las autoridades responsables de la seguridad, a nivel nacional y local, saben perfectamente qué es lo que hay que hacer. También velaron por la seguridad anteriormente, cuando muchas más personas protestaban contra la Conferencia de Múnich. Estoy contento de que se haya reducido significativamente el número de aquellos que están en contra de esta conferencia o la consideran innecesaria. Entretanto, solo un grupo pequeño piesa que hay que oponerse a una conferencia dedicada a la prevención de conflictos, la paz en Europa y la estabilidad global.

En Múnich se abordarán múltiples temas. ¿Cuáles son los dos puntos que destacaría?

Nuestro tema central es el orden que colapsa. Eso es lo que estamos viviendo. No hay un liderazgo global y regional que resulte adecuado y eficiente. Las reglas se transgreden todo el tiempo. Naturalmente están ahí las dos crisis más urgentes: la crisis de Ucrania, que en realidad es una crisis de seguridad europea. Allí hay guerra. Y la segunda crisis, por lo menos igualmente importante, es el caos imperante en el Medio Oriente, simbolizado en el ascenso del grupo terrorista conocido con el nombre de “Estado Islámico”. Estoy seguro de que la inestabilidad y el conflicto de Siria, los millones de refugiados producto del conflicto que persiste en Irak y Siria, dominarán sustancialmente esta conferencia.

El año pasado, Ud. declaró que le agradaría poder dar la bienvenida a Múnich al Papa Francisco, muy activo en la diplomacia internacional. ¿Existe alguna posibilidad de que veamos al Pontífice en el futuro en Múnich?

Me alegraría poder saludar al Papa en la Conferencia de Múnich. Ya hemos tenido al arzobispo de Múnich como participante activo, y pienso que es un buen comienzo. En otras palabras: tenemos canales de comunicación con Roma. Y quizás el Papa decida venir. De seguro no será este año, pero tal vez en algunos de los siguientes.