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Antony Blinken promete cooperación en ONU y choca con Rusia

30 de marzo de 2021

El jefe de la diplomacia estadounidense urgió al Consejo de Seguridad de la ONU a reabrir los pasos fronterizos a Siria bloqueados por Rusia.

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Belgien Brüssel | NATO Treffen der Außenminister - Antony Blinken
Imagen: Virginia Mayo/AFP/Getty Images

El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, se estrenó este lunes (29.03.2021) en Naciones Unidas con un claro mensaje a favor de la cooperación y el multilateralismo y chocando con Rusia sobre la guerra en Siria.

Blinken llevó a cabo una primera visita oficial a Naciones Unidas, pero lo hizo por vía virtual, por lo que no viajó de Washington a Nueva York, sino que participó por videoconferencia en toda una serie de reuniones y encuentros bilaterales.

Su mensaje general fue de claro respaldo al papel de la ONU como parte del renovado compromiso de su país con la organización, tras el distanciamiento visto durante la Administración de Donald Trump.

De la mano de Trump, EE.UU. decidió abandonar la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Consejo de Derechos Humanos de la ONU o el Acuerdo de París sobre el Clima, entre otros foros y consensos clave, a los que ahora ha vuelto con Biden.

"La ONU es el ancla del sistema multilateral y ese sistema multilateral es de vital importancia para Estados Unidos", defendió Blinken antes de reunirse este lunes con el secretario general, António Guterres.

Según insistió, ninguno de los grandes problemas del mundo actual pueden resolverse a escala nacional, por lo que es fundamental impulsar la cooperación entre países en foros como Naciones Unidas.

"Sabemos que somos más capaces de defender los intereses y valores de los estadounidenses cuando respondemos a desafíos difíciles con aliados y socios", insistió en una conferencia de prensa, en la que apuntó que sus recientes visitas a Japón, Corea del Sur o la Unión Europea van en esa línea.

Guterres, por su parte, pidió hoy a EE.UU. liderazgo en la lucha internacional contra el coronavirus, en el combate contra el cambio climático y en las políticas de desarrollo, y confió en colaborar con Washington para resolver conflictos como los de Yemen, Afganistán, Libia o Siria. 

Choque con Rusia

La guerra en el país árabe, sin embargo, sigue dividiendo a los miembros del Consejo de Seguridad, como quedó patente en una reunión presidida por Blinken.

El jefe de la diplomacia estadounidense reclamó durante la sesión que se reabran dos cruces fronterizos utilizados para suministrar ayuda humanitaria a zonas no controladas por el Gobierno sirio y que se cerraron el año pasado por insistencia de Rusia, el gran aliado de Damasco.

Moscú, sin embargo, aspira a clausurar el único punto de acceso transfronterizo que permanece operativo y a canalizar todo el apoyo a través de la capital.

"Volvamos a autorizar los dos cruces fronterizos que han sido cerrados y a reautorizar el que permanece abierto. Demos más vías, en lugar de menos, para entregar alimentos y medicinas a los sirios. Comprometámonos a usar la vía más rápida y segura para llegar a gente que está hambrienta y muriendo por falta de medicamentos", señaló Blinken.

"A pesar de nuestras diferencias tenemos que encontrar una forma de actuar para ayudar a la gente", insistió.

Mientras, el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Vershinin, dejó claro que su país no está por la labor y denunció que la entrada de ayuda a través del cruce abierto con Turquía no hace más que beneficiar a "grupos terroristas” que, según Moscú, controlan el noroeste sirio.

El debate de hoy sentó las bases para lo que se prevé una compleja negociación durante los próximos meses, pues el actual mecanismo de ayudas transfronterizas vence en julio y el Consejo de Seguridad debe renovarlo para que pueda continuar en funcionamiento.

Según indicó este lunes el jefe humanitario de la ONU, el británico Mark Lowcock, de los algo más de 4 millones de personas que viven en el noroeste de Siria, un 75 por ciento dependen de la ayuda humanitaria y casi un 85 por ciento reciben apoyo cada mes gracias a la operación internacional a través de la frontera turca.

Mientras, Lowcock dijo que alrededor de 1,8 millones de personas requieren asistencia en zonas del noreste sirio fuera del control del Gobierno y señaló que, aunque se han aumentando los convoyes desde el interior del país, ello no compensa lo que se perdió al cerrar el cruce fronterizo que se usaba para apoyar a esa zona.

mg (efe, afp)