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El regreso del lobo mexicano

Anna Marie Goretzki | Pablo García Saldaña
2 de febrero de 2021

El lobo mexicano estuvo al borde de la extinción, por la caza. Con su reintroducción, los conservacionistas esperan acabar con la vieja enemistad entre el lobo y el ganadero.

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Lobo mexicano.
Como en casa. Un lobo mexicano se integra en el paisaje.Imagen: DW

México: el regreso del lobo

Objetivo del proyecto: establecer poblaciones de lobo mexicano resistentes y genéticamente diversas en su área de distribución original.

Alcance del proyecto: desde el inicio de la iniciativa, se han liberado 46 lobos en México, de los cuales 35 viven actualmente en la naturaleza. Se espera que su número aumente en los próximos años.

Socios del proyecto: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en México, Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), Secretaría de Medioambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), Universidad Autónoma de Querétaro, Itzeni AC.

Duración del proyecto: los primeros lobos fueron liberados en Estados Unidos en 1998 y en el lado mexicano de la frontera en 2011. Se espera que la iniciativa se lleve a cabo hasta que los lobos hayan establecido poblaciones reproductoras estables.

 

El lobo mexicano solía vagar desde el suroeste de Arizona hasta el oeste de Texas, y desde el sur de Nuevo México hasta México. La más pequeña de las cinco especies de lobo que habitan en Norteamérica, era considerada una amenaza por agricultores y ganaderos y fue perseguida y cazada hasta el borde de su extinción.

Desde 2011, se han realizado esfuerzos para revertir su declive, con la reintroducción de docenas de ejemplares en los bosques mexicanos. Hoy, Estados Unidos y México colaboran para proteger la biodiversidad mexicana y eso significa seguir apoyando el regreso de este importante depredador.

El lobo mexicano es esencial para mantener el equilibrio del ecosistema. Mantiene controladas las poblaciones de sus presas y de otros depredadores, como el puma y el coyote. Asimismo, los restos de los animales de los que se alimentan, nutren a su vez a carroñeros, microorganismos y plantas.

Pero la vieja enemistad entre el lobo y el ganadero no ha desaparecido, sobre todo, porque los lobos rondan los pueblos y se aventuran a acercarse hasta un kilómetro de los hogares. Por ello, la iniciativa trata de mediar, educar y promover la aceptación, especialmente entre los ganaderos de la región.

Un videorreportaje de Anna Marie Goretzki y Pablo García Saldaña