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Café en el volcán Tacaná

4 de febrero de 2014

Para la gente que vive en el volcán mexicano Tacaná, su montaña es un dragón dormido. Eso no implica que su naturaleza no florezca, y de ella viven los habitantes de la región.

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Imagen: DW/A. Warnstedt

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Objetivo del proyecto: Mantenimiento del ecosistema en los bosques nubosos que rodean al volcán Tacaná.

Implementación: Proyectos de reforestación, murallas protectoras contra la erosión del suelo e inundaciones, agricultura sostenible, establecimiento de un mercado ecológico junto con los agricultores locales.

Tamaño de proyecto: Medidas de protección y reforestación en un área de cerca de 1.500 hectáreas, y participación de más de 1.600 agricultores.

Volumen de proyecto: La Iniciativa Internacional de Protección de Medioambiente financia este proyecto con un total de cerca de 2,5 millones de euros.

El mexicano de 28 años Javier Ramírez escala el volcán Tacaná varias veces al mes. No se trata de una excursión fácil: el suelo es empinado, y el volcán tiene más de 4.000 metros de altura. Se sitúa en medio de una reserva de la biosfera de la UNESCO. A causa de las cenizas volcánicas, la tierra del volcán es especialmente fértil, y en ella crece todo lo que la gente necesita para vivir. No obstante, sus salarios provienen de la venta de café. El café de estas plantaciones situadas a gran altura es especialmente sabroso y aromático, y les reporta a los agricultores un dinero adicional. Pero para proteger la naturaleza y la tierra del volcán, los agricultores deben pasar a la acción. Y para ello, desarrollan estrategias para llevar a cabo una agricultura más sostenible junto con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Un reportaje de Vera Freitag