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Arte robado: una zona gris

Martin Koch (el)21 de noviembre de 2013

Tras el espectacular hallazgo de pinturas en una vivienda de Múnich, persiste la duda acerca de a quién pertenecen dichos cuadros. Es un dilema imposible de esclarecer en poco tiempo, dicen especialistas.

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Imagen: Staatsanwaltschaft Augsburg/dpa (Ausschnitt)

“Si tuviera que documentar el origen de cada obra en este museo, esa sola tarea me ocuparía hasta mi jubilación. Y para eso faltan más de 25 años”, dice Marcus Kenzler mientras muestra algunas de las piezas que se exhiben en el Museo Estatal de Arte e Historia de la Cultura ubicado en Oldenburg, Baja Sajonia. Entre pinturas, esculturas, gráficas, e incluso algunos muebles, el recinto alberga a unos 30.000 ejemplares en exposición.

Desde que comenzó su gestión al frente del museo, Kenzler ha identificado cuatro obras que fueron robadas a sus dueños legítimos por el régimen nacionalsocialista. No obstante, el especialista critica algunos aspectos del debate actual en torno de la colección hallada en una vivienda de Múnich.

Según Kenzler, la demanda de “definir cuanto antes” cuáles de estas más de 1.400 obras fueron robadas y cuáles no, carece de seriedad. Para tales investigaciones se necesita tiempo, añade el experto.

Marcus Kenzler, especialista del Museo de Oldenburg.
Marcus Kenzler, especialista del Museo de Oldenburg.Imagen: Sven Adelaide/Landesmuseum für Kunst und Kulturgeschichte Oldenburg

Falta de recursos

Además, no son suficientes los recursos actuales para una tarea de tal envergadura. En Alemania hay más de 6.300 museos; en cambio, solo se cuenta con 60 especialistas en determinar el origen de obras artísticas. Uno de ellos es precisamente Marcus Kenzler. El gobierno federal alemán prevé un presupuesto de dos millones de euros anuales para dicha tarea.

Hannes Hartung, abogado especializado en derecho concerniente al arte, denuncia otra carencia: la de un marco legal adecuado: “Nuestro marco jurídico es absolutamente inadecuado en lo que respecta al patrimonio artístico robado por los nazis. Fue escrito para cubrir el tráfico comercial de bienes, pero no sucesos como el Holocausto”, dice el jurista en entrevista con DW.

Hannes Hartung, abogado especializado en patrimonio artístico.
Hannes Hartung, abogado especializado en patrimonio artístico.Imagen: privat

Para cada obra reclamada en este sentido se necesitarían pruebas correspondientes de que fue enajenada ilegalmente con motivo de la persecución a manos de los nazis, agrega Hartung.

Si además de ello se trata de obras que fueron calificadas como “arte degenerado” por los nazis, dice el abogado, la situación jurídica cambia sustancialmente, aunque ello no sea del agrado de los afectados y de sus familias.

Kenzler coincide en que la situación jurídica de las obras es un tema “difícil”. Más de cien obras del museo de Oldenburg fueron declaradas “arte degenerado” en 1937 por los nazis, y retiradas de dicho recinto. Es decir, que cuando fueron retiradas del museo pertenecían legalmente al Estado.

Existen documentos que comprueban que algunas de estas piezas fueron a parar a la colección de Hildebrand Gurlitt, coleccionista de arte y dueño de la vivienda donde se realizó el reciente hallazgo. Pero falta por establecer si las obras se encuentran entre las encontradas en Múnich.

Juicios y prejuicios

En este caso, como en otros anteriores, el diálogo es la mejor vía para solucionar este complejo problema, dice el abogado. Por ello, agrega, es un error de los medios de comunicación presentar a Cornelius Gurlitt –hijo del comerciante de arte- como un criminal.

En otros casos, Gurlitt se ha mostrado dispuesto a dialogar. En el conflicto sobre la propiedad de la obra “Der Löwenbändiger”, de Max Beckmann, participó en una solución rápida junto con la familia afectada.

El hallazgo de Múnich arroja en este sentido valiosas lecciones, dice Hartung. “Necesitamos un marco jurídico que garantice un retorno transparente del patrimonio artístco a sus dueños originales, y no solo a base de buena voluntad, sino con fundamento en la ley y la justicia. También aprendemos a evitar prejuicios.”