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Artículo completo: "El antipresidente de México: ¿folclor o APPO menospreciado?"

Dr. Thomas Cieslik, Fundación Friedrich Naumann20 de noviembre de 2006

"Las demandas de López Obrador pueden ser tipificadas como folclor, pero su violencia verbal y la capacidad de movilización de sus seguidores lo pueden convertir en un peligroso antipresidente."

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López Obrador presenta supuestas pruebas de fraude.Imagen: AP

Cuando Andrés Manuel López Obrador sea nombrado “presidente legítimo”, en una ceremonia que tendrá lugar justo el día en que se conmemora la revolución mexicana, el país habrá ganado una farsa política más. El antigüo alcalde de la ciudad de México, candidato del socialista Partido de la Revolución Democrática, no ha podido hacerse a la idea de haber perdido la contienda por escaso margen. Con sus simpatizantes, ocupó la plaza principal de la capital, el Zócalo, y el esplendoroso Paseo de la Reforma.

Luego difamó al Instituto Federal Electoral –que hasta entonces había gozado de gran prestigio y contribuido sustancialmente a la democratización de México- acusándolo de fraude. Finalmente, en sus diarias presentaciones informativas y de protesta hizo un llamado a mandar al diablo las instituciones tradicionales. El Día de la Independendia se hizo nombrar “presidente legítimo” por sus simpatizantes, en una asamblea popular que recordó a los consejos militares y agrarios de la era soviética.

Gira nacional

Desde entonces, él recorre los más de 2500 municipios del país, y desde las plazas públicas truena contra la aplicación del impuesto al valor agregado a alimentos y medicinas planeado por el gobierno conservador de Felipe Calderón, pese a que éste ni siquiera ha tomado posesión ni ha hecho propuestas financieras o políticas concretas.

Desde que López Obrador decidió apartarse del marco institucional con sus métodos de protesta, apoya también las desbocadas manifestaciones de la APPO (Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca) contra la fuerza del Estado.

El saliente vocero de la presidencia, Rubén Aguilar, ha señalado que la intención de López Obrador de nombrarse “presidente legítimo” no es más que una muestra de folclor con la cual perderá presencia. Pero aún cuando se multiplican dentro del PRD las voces le que piden atenerse al marco de la oposición parlamentaria, el ex candidato es una figura popular que puede seducir a las masas.

Calderon als Präsident von Mexiko vom Wahlgericht bestätigt
El tribunal electoral declaró presidente electo a Calderón.Imagen: picture-alliance/dpa

Sus intentos por impedir la presentación del Informe de Labores del presidente, así como el desfile deportivo del 20 de noviembre, se han concretado.

Aún así, el presidente Fox no deseaba la confrontación, y dejó que López Obrador hiciera lo que le viniera en gana. No se sabe si el presidente electo, Calderón, hará lo mismo. El antigüo secretario de Energía tiene fama de ser un político obstinado, capaz de sacar adelante sus iniciativas, que seguramente intentará tomar posesión en la sede del Congreso el próximo 1 de diciembre. Los simpatizantes del PRD que intenten bloquear la ceremonia serían retirados anticipadamente por el Estado Mayor Presidencial.

¿Guerra civil en México?

No hay error más grande en la política que menospreciar a los adversarios. Las demandas de López Obrador pueden ser tipificadas como folclor, pero su violencia verbal y la capacidad de movilización de sus seguidores lo pueden convertir en un peligroso antipresidente que con su oposición extraparlamentaria consiga bloquear, por lo menos, a la capital. Ya lo ha demostrado.

Hasta el momento, ni Venezuela, ni Bolivia ni Cuba han felicitado al nuevo presidente Calderón por haber sido electo. Esto significa que esos países, junto con Nicaragua, podrían reconocer también a López Obrador como presidente legítimo. El líder revolucionaro latinoamericano Hugo Chávez así lo ha anunciado. Entonces México estaría divido, desde la perspectiva internacional, como China y Taiwán. Y ello no sería cuestión de folclor, sino el inicio de una posible guerra civil.