Así crían a sus hijos los padres alemanes
Aunque en todo el mundo la paternidad enfrenta problemas similares, hay algunas cosas que se deben saber antes de enfrentarse a unos padres "made in Germany".
¿Nombres tradicionales o inusuales?
¿Quiere que su hijo destaque o sea uno más del montón? La elección del nombre del bebé es como decidirse por el diseño de un tatuaje, salvo que la elección la hacen los padres, pero el que cargará con las consecuencias será el hijo. En todo caso, nunca ha sido una buena idea criticar la elección del nombre de una persona. Marie y Elias fueron los favoritos en Alemania en 2016.
Amamantar en público
Aunque por diversos factores no todas las madres pueden hacerlo, amamantar es una práctica muy extendida en Alemania. Los alemanes no tienen problemas con los desnudos, así que en general dar pecho en público no genera conflictos. Sin embargo, no existe una ley que proteja a las madres lactantes. Cada dueño de tienda puede decidir que no se dé pecho en su local, y algunos pocos lo hacen.
Amamantar a niños creciditos
Este es otro tema en el que a nadie le gusta ser juzgado. Es posible ver a madres amamantando a niños de tres años en un parque. Sí, es una excepción, pero puede ocurrir. Como el permiso maternal se paga durante 12 meses en Alemania, y hasta 14 meses si es compartido por ambos padres, muchas madres tratan de cortar la lactancia antes de volver al trabajo, pero no existe una norma al respecto.
Cuidado de los niños
Y ya que estamos en eso de volver al trabajo, la organización del cuidado de los niños es otro asunto estresante. Si bien muchos se sienten felices con hallar un lugar cerca de casa, para algunos padres alemanes esta decisión es crucial para la formación académica de los chicos. Por ejemplo, si buscan alguna "filosofía" de educación alternativa; deben buscar bien dónde comenzar la vida preescolar.
Vacunación
Algunos padres rechazan las vacunas, que no son obligatorias en Alemania. Según la OCDE, el 96 por ciento de los niños están cubiertos por este prodigioso avance de la ciencia, aunque otros estudios sostienen que la cifra es menor. Esta creencia irracional solo funciona si hay suficiente gente vacunada. Sin ir más lejos, gracias a los antivacunas Berlín enfrentó una epidemia de sarampión en 2014.
El arte de llorar
Los niños se despiertan varias veces en la noche y los padres se agotan. Siguiendo el llamado "método Ferber", muchos se han hecho seguidores del libro "Jedes Kind kann schlafen lernen" ("Los niños pueden aprender a dormir"), que recomienda dejar que los niños lloren sin prestarles atención hasta que se cansen y vuelvan a dormirse. Algunos lo encuentran excelente; otros lo califican de tortura.
Dormir con mamá y papá
Aquellos que se oponen a ese método para dormir prefieren la paternidad cercana, un sistema promovido por el pediatra estadounidense William Sears. Éste recomienda, entre otras cosas, dormir cerca del bebé, el llamado "colecho", otro tema que genera controversia. Alemania organizó su primer Congreso de Paternidad Cercana en 2014, con el respaldo del Ministerio Federal de Asuntos Familiares.
Pañales de tela, desechables... o sin pañales
Los pañales son otro asunto difícil para los padres. Pese a que hay muchos modelos de uso sencillo en el mercado, algunos padres optan por los pañales de tela. Si parece trabajo extra, piense en quienes prefieren la versión que se hace llamar más "ecológica". Se trata de quienes no ponen pañales a sus hijos. Es un método poco extendido, pero cada vez gana más adeptos.
¿Comida casera o envasada?
Para algunos, es posible saberse excelente padre por la forma en que, amorosa y esforzadamente, preparan la comida de sus pequeños. Todo orgánico, por supuesto. Y los accesorios donde se sirve el puré que alimentará al rey del hogar deben ser comprados en tiendas de comercio justo. Por cierto, mirarán con malos ojos a los que compran comida envasada, aunque cuando hay que viajar... igual sirven.
Educación alternativa
En los 60 del siglo pasado, los alemanes reflexionaron sobre la educación y llegaron a usar conceptos como "formación antiautoritaria", que busca promover la libertad de pensamiento de los niños. La influencia de estos movimientos se siente en el país hasta hoy. Más allá de las teorías populares, cada padre desarrolla su propio estilo de crianza, y nadie quiere escuchar que está equivocado.
TV y otros aparatos electrónicos
Hay aplicaciones y programas de TV extraordinarios a la medida de los niños. Muchos chicos de un año son más hábiles con un smartphone que sus abuelos. Aunque no hay consenso entre los padres germanos sobre el uso de los medios digitales en los menores, la mayoría se sentirá mejor si restringe el contacto de sus bebés con una pantalla, aunque disfruten del descanso que otorgan estos aparatos.
Azúcar
Otra forma que tienen los alemanes de demostrar cuán buen padres son es a través del número de años que vivieron sus hijos sin haber entrado en contacto con los dulces. Y esto en un país donde el helado diario es casi un ritual en verano. Por cierto, el segundo hijo suele gozar de los malvados caramelos antes que su predecesor... los padres, tras un tiempo, pierden sus estrictos principios.