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Ascienden a 25 los muertos por alud en Estados Unidos

27 de marzo de 2014

La cifra de desaparecidos, en tanto, es de 90. Rescatistas reconocen que podría ocurrir que nunca encuentren los cuerpos de todas las víctimas.

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Imagen: Getty Images

El devastador alud que cubrió docenas de casas en la pequeña localidad de Oso, a unos 90 kilómetros al noreste de Seattle (Washington) el sábado 22 de marzo sigue movilizando a cuadrillas de rescatistas, que buscan posibles sobrevivientes entre toneladas de lodo, escombros, ramas y basura. Sin embargo, y pese a los esfuerzos, desde el mismo día de la tragedia no han aparecido más personas vivas.

Hasta ahora, se cifran ya en 25 el total de muertos por el deslizamiento, mientras que la localidad empieza a hacerse la idea de que algunos de los 90 desaparecidos que figuran en las listas oficiales nunca aparezcan. Las autoridades, en todo caso, han sido cautas, señalando que algunas de las personas que aparecen como extraviadas podrían estar en otro lado o haber datos cruzados en la nómina.

Entre los muertos, se incluyen ocho personas cuyos cuerpos no han sido hallados, pero que se sabe estaban en el lugar cuando el alud barrió con todo. Los funcionarios a cargo de la búsqueda dijeron este jueves (27.03.2014) que nuevos restos fueron hallados entre los escombros, pero desistieron a dar números hasta que estos no fueran retirados y enviados a la oficina forense.

Cifra de víctimas aumentará

Los equipos de búsqueda, que deben soportar muchas veces condiciones de tiempo adversas y de trabajo bastante riesgosas, realizan sus labores con la ayuda de cámaras, perros y sofisticados aparatos de escucha, mientras otros se esmeran en retirar escombros con las manos. Jan McClelland, una bombero de Darrington, reconoció que la tarea es difícil. “Me temo que no encontraremos a todo el mundo. Ésa es la realidad”, cita la agencia Europa Press.

La tragedia dejó ocho heridos, entre ellos un bebé de 22 meses que fue rescatado junto a su madre. Ambos están graves, pero se recuperan en un hospital, junto a otros tres sobrevivientes. Cuando se le preguntó si esperaba que la cifra de muertos aumente significativamente, el gobernador Jay Inslee dijo a la cadena CNN: “Sí, no creo que nadie pueda llegar a otra conclusión”.

El director de manejo de emergencias del condado de Snohomish, John Pennington, dijo que si bien el recuento de los desaparecidos había caído dramáticamente de 176 a 90, la verdad es que el destino de otras 35 personas que no figuran en las listas oficiales de desaparecidos sigue siendo incierto. El deslave del pasado sábado ya figura como uno de los peores en la historia de Estados Unidos.

DZC (Reuters, Europa Press)