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Asilo en Europa: ¿quién lleva la carga?

Rahel Klein
26 de junio de 2018

Los países mediterráneos se sienten abandonados por la UE en la distribución del número de refugiados. DW habló con el profesor Jochen Oltmer, del Instituto de Investigación de Migración de la Universidad de Osnabrück.

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Imagen: picture-alliance/dpa/C. Charisius

DW: ¿Cuáles países de Europa soportan realmente la carga de recibir a la mayor parte de los refugiados?

Jochen Oltmer: Si se estudia la relación entre el número de refugiados y la población del país anfitrión, las cifras de los países europeos son muy diferentes. Se señala, a menudo, que se debería diferenciar según el nivel de prosperidad.

Es verdad que los países mediterráneos han sido particularmente afectados en los años pasados. Por ejemplo, al mirar los datos de la Oficina Europea de Estadísticas del año 2017, se puede ver que Grecia recibió a muchos refugiados por millón de habitantes, seguida por Chipre, Luxemburgo y Malta. Los estados en los que se centra la discusión actual vienen después: Austria y Alemania, por ejemplo.

Si nos fijamos en las solicitudes de asilo, Italia, por ejemplo, no las lidera en los últimos años. ¿Son justificados los duros reclamos de Italia?

Pero también debemos tener en cuenta la forma política en que se trata el asilo. Las regulaciones de Dublín, desarrolladas desde la década de 1990, han sido particularmente controvertidas desde 2007/2008, cuando comenzó la crisis financiera mundial. Muchos países mediterráneos, afectados más recientemente por solicitudes de asilo se quejan de que las normas de Dublín crean desequilibrios políticamente deseados.

¿Realmente ha abandonado Europa a los países mediterráneos, como Italia y Grecia?

Eso no se puede decir del todo, porque muchos de los migrantes que entraron por Grecia e Italia en 2015/16 llegaron finalmente a Alemania, Austria y Suecia. Pero, según la Ley, Italia o Grecia son los que, en última instancia, tienen que lidiar con las solicitudes de asilo.

En otras palabras, la discusión actual no debe centrarse tanto en la cuestión de qué barco está atracando en qué puerto, sino más bien en la cuestión de cómo se puede reformar Dublín. El objetivo debe ser la corrección de los desequilibrios generados por Dublín.

¿Cómo sería una política equitativa de refugiados europeos? ¿Significaría eso el fin de Dublín?

Sí, o al menos tendría que hacerse una modificación de dichas normas. En su momento, la UE quiso evitar que los refugiados no tuvieran ninguna posibilidad de obtener asilo en ningún país europeo. Ahora se trata de lograr un trato igual para los diferentes países.

¿Cree que los países de la UE lograrán un acuerdo en la próxima cumbre?

Los países europeos han coordinado muy bien las medidas de restricciones fronterizas en los últimos años, con la expansión de Frontex, por ejemplo. O la posibilidad de celebrar tratados con Estados que no pertenecen a la UE, especialmente en África, para evitar que potenciales solicitantes de asilo lleguen a las fronteras europeas. Estos esfuerzos han crecido significativamente y no hay problema en términos de cooperación.

La tendencia a aceptar a más solicitantes de asilo varía ampliamente. La UE aumentará los esfuerzos para firmar tratados con otros Estados más allá de las fronteras europeas, y de esta manera contribuir a garantizar que, en la medida de lo posible, nadie llegue a las fronteras europeas y, por lo tanto, este problema de distribución en Europa no se plantee en absoluto.

Esta política va claramente en contra de las personas que huyen de la violencia. Y es probable que tengan muchas menos oportunidades de llegar a Europa.

En otras palabras, ¿la Unión Europea podría salvarse a sí misma aislándose del mundo exterior?

Exactamente.

Rahel Klein (jov/er)