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Ataque a cuartel policial deja 33 muertos en Irak

3 de febrero de 2013

Un sujeto detonó un camión lleno de explosivos fuera de un cuartel policial en Kirkuk, al tiempo que hombres disfrazados intentaron tomar el edificio.

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Imagen: Reuters

Es la eterna letanía iraquí que se repite sumando más sangre en cada jornada. Este domingo (03.02.2013) un atacante suicida dejó al menos 33 personas muertas al hacer estallar un camión repleto de explosivos frente a un cuartel policial, en la ciudad de Kirkuk. Posteriormente, sujetos disfrazados de policías intentaron tomar la instalación a punta de balazos.

En los ataques resultaron heridas al menos otras 90 personas, incluido el jefe de policía local, informó el brigadier Sarhad Qader a la agencia dpa. Tras la explosión, los efectivos que se encontraban dentro del edificio respondieron a los atacantes y frustraron el intento de tomar el cuartel.

La policía dijo que el terrorista suicida provocó una enorme explosión cerca de la entrada lateral del edificio policial, demoliendo parte de una oficina del Gobierno cercana. "El tipo, que manejaba un vehículo lleno de explosivos, atacó la entrada del cuartel y después de la explosión, hombres armados con chalecos protectores atacaron con (fusiles) AK47s y granadas, pero los guardias los mataron”, dijo un funcionario policial a la agencia Reuters.

La policía dijo que 33 personas murieron en el atentado, incluyendo a 12 empleados en la oficina del Gobierno. Sin embargo, un funcionario de salud afirmó que sólo 16 cuerpos se encontraban en la morgue de un hospital y que había más de 90 heridos.

Crisis política

La televisión de Kirkuk, una ciudad ubicada a unos 250 kilómetros al norte de Bagdad, mostraba escenas de devastación, vehículos destruidos y enormes daños materiales en el lugar, lo que habla de la potencia que utilizaron los terroristas en este ataque, que se suma a otros dos ocurridos en las últimas semanas en la misma zona.

Kirkuk está en el corazón de un territorio multiétnico donde árabes, kurdos y turcos conviven en permanentes disputas. El Gobierno central y los kurdos suelen tener profundas diferencias, al tiempo que Bagdad también debe bregar contra el malestar de los grupos sunitas, que acusan al primer ministro, el chiita Nuri al Maliki, de aprobar leyes que buscan perjudicarlos.

En 2012 murieron en Irak más de 4.400 personas en ataques y explosiones.

DZ (dpa, Reuters)