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Atentado ultraderechista provoca alarma en Alemania

Eva Usi (elm)15 de diciembre de 2008

El atentado contra un jefe policial, de manos de un supuesto neonazi ha provocado conmoción en Alemania y reavivado la discusión en torno a una prohibición del ultraderechista Partido Nacional Democrático Alemán (NPD).

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Manifestación contra la ultraderecha tras el atentado contra el jefe policial bávaro.Imagen: AP

Dos sospechosos que habían sido detenidos por su presunta implicación en el intento de asesinato del jefe de la policía de la ciudad de Passau, Alois Mannichl, fueron puestos en libertad después de que las pruebas de DNA no concordaran con las evidencias. Los dos hombres habían sido detenidos el domingo conforme a la descripción realizada por el mismo Mannichl, que fue apuñalado y tuvo que ser operado con urgencia. Uno de ellos coincidía con la descripción realizada por el jefe policial.

La policía bávara sigue investigando entre grupos neonazis en la zona entre Baviera y Austria. Las investigaciones apuntan a que la agresión responde a un acto de venganza, según declaraciones del fiscal en jefe, Helmut Walch al diario “Passauer Neue Presse”.

El ataque se produjo la noche del sábado cuando Mannichl abrió la puerta de su casa en la localidad de Fürstenzell y fue agredido por un cabeza rapada de 1,90 metros de estatura. Walch explicó en una conferencia de prensa que el agresor insultó a Mannichl y le dijo que “no volvería a pisotear las tumbas de sus camaradas”, para después clavarle un cuchillo de 11 centímetros en el abdomen y darse a la fuga en un automóvil. “Se salvó por dos centímetros”, dijo el ministro del Interior, Joachim Herrmann, aludiendo a que la cuchillada estuvo a punto de llegar al corazón.

Alois Mannichl
Alois Mannichl estaba en la mira de la ultraderecha.Imagen: AP

Nueva dimensión en la violencia

En todos los partidos políticos hay consenso de que el atentado abre una nueva dimensión en la violencia de la ultraderecha, lo que ha reavivado la polémica en torno a la prohibición del Partido Nacional Democrático Alemán (NPD). El primer ministro bávaro, Horst Seehofer anunció que revisará las posibilidades de una proscripción de la formación que es vigilada por la Oficina de Protección a la Constitución. “El ataque a Alois Mannichl exige una respuesta clara y contundente del Estado”, dijo Seehofer quien subrayó que se usarán todos los medios disponibles para combatir el extremismo de derecha en Baviera, incluyendo la cooperación con Austria.

El Partido Socialdemócrata alemán (SPD) se pronunció también por una prohibición de la formación política y pidió un endurecimiento de penas para los agresores. “El móvil del crimen es abominable y por ello hay que encarcelar a los culpables de inmediato”, dijo Sebastian Edathy, presidente de la comisión parlamentaria en asuntos del Interior.

Dick und Doof
Manifestante ultraderechista.Imagen: PA/dpa

Fürstenzell: bastión neonazi

“El NPD es sumamente activo en la región”, afirma el experto Robert Andreasch al diario “Die Tageszeitung”, que asegura que el partido organiza encuentros regulares en la provincia bávara de Fürstenzell, a unos 15 kilómetros de distancia de Passau, adonde acuden extremistas de toda la región incluso de Austria. Ahí hay un local llamado “Traudls Café Stübchen”, conocido por la población como un lugar de encuentro de neonazis. “En marzo pasado 500 personas repudiaron los encuentros neonazis en la localidad y colgaron letreros que rezaban “Aquí no hay lugar para neonazis”, sin embargo la formación está profundamente anclada en la comunidad de 7,800 habitantes.

Eso lo sabía Mannichl, que ordenó varios despliegues policiales contra la ultraderecha, lo que le ganó el odio de los ultraderechistas. A finales de julio fue sepultado Friedhelm Busse, conocido nazi bávaro, en el cementerio de Passau, al que asistió toda la élite del NPD, incluido su líder, Udo Vogt y neonazis de Alemania y Austria. Cuando el líder ultraderechista de Hamburgo, Thomas Steiner Wulff metió en la tumba una bandera con la cruz gamada, fue arrestado por la policía. En el cementerio fue agredido un periodista y posteriormente en la ciudad una inmigrante de Mongolia fue agredida por neonazis. Mannichl ordenó abrir la sepultura para retirar la bandera nazi. En la región de Passau aumentaron los delitos con trasfondo ultraderechista casi en un 50% durante el 2008.