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Attac: "Nosotros buscamos otro tipo de globalización"

Mareike Aden25 de mayo de 2007

"Lo que necesitamos es una globalización regida por leyes sociales y ecológicas", dice Sven Giegold, director de la ONG Attac-Alemania, a DW-WORLD en la antesala a la Cumbre de los Ocho países más industrializados.

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Sven Giegold de Attac-AlemaniaImagen: privat

DW-WORLD: Cada año se reúnen los líderes de los siete países más ricos del mundo y Rusia en la cumbre del G8 para conversar y elaborar estrategias en diferentes frentes. ¿Qué es lo que los opositores, como Attac, tienen en contra de eso?

Sven Giegold: En la cumbre sólo se reúnen los países más ricos del mundo, quienes deberían solucionar los principales problemas globales, como la pobreza o el cambio climático, dentro de la ONU. La debilidad de las Naciones Unidas se debe a que los países más pudientes se dedican a charlan unos con otros en lugar de abordar los problemas de la Organización.

Además también criticamos el hecho de que, durante los últimos 30 años, la cumbre se ha centrado alrededor de la liberalización de capitales y de mercados de bienes, es decir, de una globalización económica que promueve la división social, la degradación medioambiental y de la democracia. Lo que en realidad necesitamos es una globalización regida por leyes sociales y ecológicas.

En Alemania se ha dado una orden de búsqueda de posibles manifestantes. También se ha amenazado con arrestos preventivos. Para los activistas contra el G8, ¿representan estas medidas una intimidación o un incentivo?

Estamos viendo cómo el movimiento es cada vez más fuerte. Estas medidas son claramente exageradas y han enervado a muchas personas que antes no querían tener nada que ver con la cumbre. Se tiene miedo de que se desoiga lo que grupos como el cristiano, el de los sindicatos o el de las organizaciones medioambientales siempre han reivindicado: que las protestas deberían transcurrir pacíficamente. Entonces sería fácil que la gente se asuste.

Teilnehmer der globalisierungskritischen Organisation Attac
Miembros de Attac-Alemania en una reunión en el aula magna de la Universidad de Fráncfort.Imagen: dpa

¿Cuál es el objetivo de Attac y otras organizaciones contra el G8 en Heiligendamm, acaso bloquear totalmente la cumbre?

Algunos grupos quieren llevar a cabo sus protestas simbólicas en la calle y otros quieren intentar de verdad impedir que la reunión acontezca. Pero con cerca de 16.000 policías y una valla de seguridad de 12 millones de euros, eso es prácticamente imposible. En Attac preferimos los medios pacíficos aunque apoyamos la insumisión civil por parte de nuestros activistas, a través de, por ejemplo, sentadas en las vías de acceso. La insumisión forma parte de muchos movimientos sociales, no hay más que pensar en el movimiento de liberación de los negros o en Ghandi. Nosotros queremos protestar siguiendo esta tradición.

A los manifestantes les es imposible acercarse a los miembros del G8. Se han prohibido las manifestaciones en Heiligendamm y en un radio de 200 metros alrededor del centro de reuniones antes de que se celebre la cumbre. Y entre el 6 y el 8 de junio se expandirá la zona "cero" alrededor de la valla. Attac ha denunciado este bloqueo, ¿por qué?

No nos hemos quejado por la valla, aunque la rechacemos como símbolo de la división entre pobres y ricos. Nosotros denunciamos la zona extra de protección, en la que se han prohibido las manifestaciones. El hecho de que no se pueda manifestar dentro del campo de visión del recinto de la cumbre supone una reducción del derecho fundamental de reunión. Eso es lo que queremos llevar ante Tribunal Constitucional alemán.

¿A corto plazo?

Hay indicios de que los miembros de la cumbre van a tomar una decisión vinculante. Por desgracia, la prohibición de llevar a cabo manifestaciones se anunció con muy poco margen de tiempo, lo que nos impidió tomar medidas legales. Eso, por cierto, reduce todavía más nuestros derechos.

Algunos manifestantes han anunciado su intención de derribar la valla de protección. Disturbios provocados en Génova en 2001 ante la cumbre del G8 se zanjaron con la muerte de Carlo Giuliani y con 400 heridos. ¿Cree usted que pueda llegar a repetirse tal situación en Heiligendamm?

Creemos que el peligro es reducido. Pero puede darse el caso de que algunos manifestantes se comporten violentamente y, teniendo en cuenta cómo ha actuado la policía últimamente, es, de hecho, probable. Pero también hemos de admitir que la violencia empleada por la policía en Génova estuvo justificada. Cuando los manifestantes quebrantan las normas, la policía tiene que intervenir, eso es cierto. Pero eximir a uno de la presunción de inocencia, llevar a cabo arrestos preventivos o denegar a alguien el acceso son actos ilegítimos, que crean una atmósfera en la que la marcha de una manifestación pacífica es prácticamente imposible.

La crítica a la globalización hace tiempo que dejó de ser un tema "de izquierda". El secretario general del Partido Nacional Democrático Alemán, NPD, (de extrema derecha) Peter Marx, ha bautizado el 2007 como "el año de la resistencia popular a la globalización" y ha llamado a realizar protestas contra la "cumbre de caciques". ¿Teme que se creen falsas alianzas ante el evento en Heiligendamm?

ATTAC Demonstration in Berlin
Manifestación de AttacImagen: dpa

No se puede hablar, de ninguna manera, de alianzas. Las protestas que la población civil y nosotros tenemos programadas no van dirigidas contra otra globalización. Nadie entre nosotros quiere volver al concepto del Estado nacional. Los militantes de extrema derecha quieren "una Alemania de los alemanes" o "una Francia de los franceses", pero ésa no es nuestra visión. Lo que nosotros perseguimos es un tipo de relaciones internacionales solidarias, ecológicas y democráticas. Ningún nazi va a participar en nuestras protestas, y tampoco son bienvenidos.

¿Qué significa la cumbre del G8 para el movimiento antiglobalización en Alemania?

Que yo sepa, en Alemania no existe ningún grupo "antiglobalización". Nosotros buscamos otro tipo de globalización y por eso nos denominamos "críticos" de la misma. Pero, con toda seguridad, la cumbre del G8 ha hecho resurgir a este movimiento. Lo más interesante es que no son las grandes organizaciones, que envían autobuses a rebosar con manifestantes, las que lo cimientan, sino las iniciativas locales.

Tras los eventos en Heiligendamm ya no se podrá decir que en Alemania no existe ningún movimiento social capaz de movilizar a las masas. Además también se espera que los críticos de la globalización se hagan notar más en el futuro.

Sven Giegold es el co-fundador de Attac-Alemania, la red de crítica a la globalización. También es miembro de la mesa de coordinación de Attac a nivel federal.