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Auge de la AfD empaña la victoria de Merkel

Elizabeth Schumacher
25 de septiembre de 2017

Angela Merkel ha obtenido un cuarto mandato, pero los resultados oficiales de los comicios alemanes demuestran que tendrá un "camino difícil". La CDU sigue siendo el partido más grande, pero la AfD es la tercera fuerza.

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Deutschland Bundestagswahl | Merkel
Imagen: picture alliance/dpa/B. Roessler

La Unión Demócrata Cristiana (CDU) de la canciller Angela Merkel y su partido hermano, la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU), han quedado a la delantera este domingo (24.09.2017) en las elecciones parlamentarias de Alemania con el 33 por ciento de los votos. Los socialdemócratas (SPD), liderados por el expresidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, cayeron a un 20,5 por ciento, mientras que Los Verdes y La Izquierda se mantuvieron cerca de las marcas que alcanzaron en 2013, cada uno con 8,9 y 9,2 por ciento, respectivamente.

Las verdaderas historias de éxito de este 24 de septiembre fueron la del Partido Liberal (FDP) y la de la incipiente formación Alternativa para Alemania (AfD). En los comicios pasados, el FDP no pudo pasar el umbral del 5 por ciento para entrar en el Bundestag. Pero esta vez el FDP logró un 10,7 por ciento y cimentó su regreso. En cuanto a la AfD, gracias al 12,6 por ciento de apoyo obtenido en las urnas, Alemania tendrá un partido populista de derecha en el Parlamento por primera vez en más de medio siglo.

Aunque estos resultados revelan que la CDU sigue siendo el partido más grande de Alemania, a la formación de Merkel le duele la pérdida sustancial de votos: en 2013, los conservadores obtuvieron un 41,5 por ciento de respaldo. Con una coalición tripartita a la mano para evitar un Gobierno minoritario, Merkel tendrá una administración mucho menos estable que en sus últimos tres términos.

"Esperábamos un mejor resultado", dijo Merkel ante una victoriosa pero moderada audiencia en la sede del partido en Berlín. Más tarde, habló de las "duras semanas por venir" para la CDU y prometió recuperar los votos perdidos ante la AfD, su alusión más cercana a la caída de la CDU hacia el centro del espectro político bajo su liderazgo. Merkel dijo que estaba "segura", sin embargo, de que Alemania tendría un nuevo Gobierno para Navidad.

USA American Football Infografik BUWA 2017 Wahlergebnis SPA Vorläufiges amtliches Endergebnis (Getty Images/P. Smith)

Schulz, el gran perdedor

El SPD también sufrió un gran revés: el partido político más antiguo de Alemania llegó a su punto más bajo desde la posguerra al no poder diferenciarse suficientemente de la CDU, con quienes han gobernado los últimos cuatro años en una "gran coalición". Schulz dijo que esta es una "hora amarga" en "la historia de la socialdemocracia".

Tradicionalmente, los líderes de todos los partidos que tienen asientos en el Bundestag se reúnen después de los resultados iniciales en una mesa redonda. Durante la discusión, Schulz –quien dirigió brevemente las encuestas en enero y febrero antes de caer constantemente detrás de Merkel desde entonces– hizo todo lo posible para sacar sus últimas espinas a la canciller, llamándola la "gran perdedora" de la noche.

"La gran coalición ha sido eliminada", dijo Schulz, prometiendo que su partido no volvería a gobernar con la CDU en esta oportunidad. El SPD ha decidido liderar la oposición. "Este Gobierno no ha sido elegido, y usted, canciller Merkel, es la gran perdedora". El SPD anunció entonces que enviaría una encuesta a los votantes para preguntarles qué preocupaciones fueron las que el partido no había respondido. La canciller calificó los comentarios de Schulz como "tristes", y recordó al público que la CDU es "claramente el partido más fuerte".

Camino duro hacia una posible coalición

Puede que sea el partido más fuerte, pero el futuro es todo menos cierto. Merkel ha dicho que no quiere liderar un Gobierno minoritario, lo que deja como única opción viable una coalición tripartita –la primera  desde la década de 1950– con el Partido Liberal (FDP) y Los Verdes. Estos partidos tienen importantes diferencias ideológicas por superar si quieren gobernar junto con la CDU en una “coalición Jamaica”, cuyo nombre asocia los colores emblemáticos de estas formaciones –negro (CDU), amarillo (FDP) y verde– con los de la bandera jamaiquina.

Estos tres partidos tienen en común a un electorado bien educado y de altos ingresos, pero difieren drásticamente en sus perspectivas sobre la protección ambiental y el apoyo a la empresa privada. Además, la mayoría de quienes votan por Los Verdes dice preferir el rol de la oposición en el Bundestag, sobre todo contra un Gobierno conservador.

Protestas contra el alza del populismo de derecha

Quizás el golpe más duro para los partidos establecidos fue el 12,6 por ciento alcanzado por la AfD, que se convirtió en la tercera fuerza del Parlamento. Muchos alemanes están comprensiblemente preocupados por el ingreso de un partido populista de derecha al Parlamento por primera vez en más de 50 años.

Sin embargo, la AfD sólo ganó tres circunscripciones en total: todas en el estado de Sajonia, donde mejor le fue. Esto incluye una victoria para una dirigente marginada de la AfD, Frauke Petry, quien ganó su distrito. Los líderes del partido, Alexander Gauland y Alice Weidel, entrarán en el Bundestag a través del "segundo voto" de los alemanes por un partido entero, después del "primer voto" para el representante de su electorado.

En oposición a la victoria de la AfD, surgieron protestas espontáneas en toda Alemania, particularmente en ciudades importantes como Colonia, Berlín y Hamburgo. Con gritos de "¡Nazis fuera!", cientos de manifestantes se reunieron en la Alexanderplatz de Berlín hasta bien pasada la medianoche.

La AfD trató de minimizar las críticas. Aunque ha adoptado una postura oficial contra el Islam, la apertura del matrimonio para las parejas del mismo sexo y la política de refugiados de Alemania, y algunos de sus miembros han sido acusados de orear discursos antisemitas, el copresidente de la AfD Jörg Meuthen insistió en que el partido "no es ni racista ni xenófobo".

Mientras tanto, Gauland, el candidato del partido, prometió "perseguir" al Gobierno de Merkel, diciendo que la AfD "recuperará" a Alemania de sus actuales líderes. Y con 95 escaños, conseguidos sobre todo por los votantes en los estados del este alemán, antiguos comunistas, la AfD tendrá ciertamente los medios para hacerlo.

Sin embargo, como muchos alemanes señalaron en las redes sociales, el 87 por ciento de los votantes no emitió una boleta para los nacionalistas, y aunque Merkel señaló que la AfD sería un "reto" para la nueva administración, este estaría lejos de ser el primer reto para la cuatro veces canciller.

Autor: Elizabeth Schumacher (few/erc)