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Sudán: aumento de la violencia genera temores por genocidio

7 de junio de 2024

La violencia en Sudán sigue creciendo. Miles de personas están amenazadas con ser desplazadas o morir. La situación no mejora: las partes beligerantes y sus socios tienen poco interés en calmar la situación.

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Mujer sostiene a su hijo. Otros niños se protegen atrás del sol.
Nada más que lo esencial: una mujer que ha sido desplazada junto con sus hijos en Darfur.Imagen: Albert Gonzalez Faran/Unamid/Han/dpa/picture alliance

"Se acaba el tiempo para millones de personas" en Sudán, advirtieron recientemente la ONU y organizaciones humanitarias, que alertan de una hambruna en el país. En una declaración, las dos partes del conflicto, que llevan más de un año en guerra, dijeron retener deliberadamente la ayuda a la población.

Alice Nderitu, enviada de la ONU para la prevención del genocidio, señaló que la violencia en la región de Darfur podría tener ya dimensiones de genocidio: "Se está atacando y matando a civiles por el color de su piel, por su etnia".

El Comité de Resistencia Madani, cercano a las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF), informó el jueves (06.06.2024) que las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) rivales habían matado a más de cien personas en un ataque contra la aldea de Wad al-Noura, en el estado de Gezira. Las RSF confirmaron el ataque, pero no se refirieron a víctimas civiles.

"Estamos presenciando (...) un baño de sangre ante nuestros ojos", declaró recientemente Claire Nicolet, representante de Médicos Sin Fronteras (MSF). Según la organización, al menos 145 personas han muerto y más de 700 han resultado heridas desde el 10 de mayo.

Situación crítica en El Fasher

Asimismo, más de un millón de personas han dejado El Fasher por culpa de la guerra. La ciudad está en manos de las SAF de Abdel Fattah al Burhan y, al mismo tiempo, asediada y atacada repetidamente por las RSF rivales de Mohamed Hamdan Daglo (alias Hemeti).

"La hambruna en El Fasher es inminente", dice a DW Marina Peter, presidenta del Foro Alemán de Sudán y Sudán del Sur. Si las RSF toman la ciudad, es probable que se desencadene otro gran movimiento de refugiados y que aumenten drásticamente los precios de los alimentos.

"Los que tienen algo de dinero tendrían la suerte de abandonar la ciudad. Pero los pobres serían directamente masacrados", agrega Peter.

Alianzas frágiles

La experta plantea que las RSF buscan persuadir a los habitantes de esa ciudad para que se unan a ellos: "El Fasher es básicamente la pieza que falta. Si tuviera éxito, Sudán se partiría en dos: sería un desastre político".

La brutalidad de los ataques se debe probablemente a que ambos contrincantes se les acaba el tiempo: cuanto más dure la guerra, más probable es que las alianzas se desmoronen.

Ambos bandos se han apoyado en alianzas con milicias locales, las cuales son difíciles de controlar, según un análisis del International Crisis Group (ICG).

Milicias del RSF.
Las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), aquí en un mitin en Jartum en 2017.Imagen: Mohamed Babiker/Photoshot/picture alliance

El rol de los actores internacionales 

Además, ambas partes recurren cada vez más a alianzas con socios internacionales. Por ejemplo, al Burhan se acercó a Irán. Desde entonces, las SAF disponen también de drones de combate. Egipto y Arabia Saudí también apoyan claramente a al Burhan.

Hager Ali, politólogo del Instituto GIGA de Hamburgo, afirma que Egipto y Sudán también están vinculados por razones políticas e ideológicas. La política de al Burhan y el carácter conservador del gobierno egipcio son similares: "Egipto no trabaja con la RSF, simplemente porque no son un actor estatal".

Hemeti, el líder de las RSF, logró ganarse el apoyo de los Emiratos Árabes Unidos (EAU). Rusia también está indirectamente de su lado, ya que Hemeti había otorgado al grupo Wagner (rebautizado allí como África Korps) los derechos mineros de los enormes yacimientos de oro de Sudán.

Tanto Rusia como los EAU están interesados en los yacimientos de oro sudaneses. Por lo tanto, es probable que los actores internacionales tengan poco interés en resolver el conflicto: "Para todos los Estados implicados, Sudán es la puerta de entrada al Mar Rojo y, a través del Mar Rojo, a África", subraya Ali.

(ju/cp)