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"Aurelia y Pedro" galardonada en la Berlinale

Eva Usi (CP)17 de febrero de 2016

El cortometraje de los mexicanos Omar Robles y José Permar obtuvo una mención Especial en la sección de cortometrajes de Generation Kplus por su interesante pintura de una relación madre-hijo.

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José Permar y Omar Robles, directores de "Aurelia y Pedro".
José Permar y Omar Robles, directores de "Aurelia y Pedro".Imagen: DW/E. Usi

El cortometraje lleva al espectador a los bosques de niebla de la Sierra Madre Occidental en donde vive Pedro, un niño huichol, y su madre Aurelia, un lugar que parece aislado del resto del mundo.

Se trata del trabajo final con el que se graduaron Omar Robles y José Permar en la Universidad de Guadalajara. En ella, el espectador se sumerge en la contemplación del mundo de Aurelia y Pedro, que viven una vida frugal en medio de una vegetación espectacular. Son parte de una comunidad wixárica que habita San Miguel Huaixtita. El único elemento que da una idea del tiempo en el que viven es un aparato de radio de cuerda, que anuncia los precios del petróleo en México. El cortometraje fue elegido para conformar el programa Generation Kplus para un público a partir de los 12 años de edad y también forma parte de la sección NATIVe sobre cine indígena de la Berlinale. Esta obra está dedicada al productor Boris Goldenblank, que falleció poco después de la realización del cortometraje.

Deutsche Welle: ¿Cómo surgió la idea del documental?

Omar Robles: A raíz de un viaje a la sierra wixárika al norte de Jalisco, en donde conocimos a Aurelia y a Pedro y nos interesamos en hacer un documental sobre su vida. Tenían una chispa que nos atraía mucho.

¿Cómo trabajaron la dirección de la película?

José Permar: Fue bastante fácil porque ya tenemos cuatro años juntos en la escuela y hemos estado trabajando juntos. Yo estuve en la cámara, él en el sonido, y entre los dos hicimos la posproducción y el diseño sonoro. Fue un trabajo conjunto.

Pedro vive con su madre Aurelia, en una apartada región en las montañas de Jalisco.
Pedro vive con su madre Aurelia, en una apartada región en las montañas de Jalisco.Imagen: Berlinale

¿Cómo llegó el corto a Berlín?

Omar Robles: Lo enviamos a dos festivales y quedó en este. Fue una sorpresa por el festival increíble que es la Berlinale. Queremos que llegue al mayor público posible. No sólo es el prestigio de estar aquí; creemos que lo hicimos con mucha entrega y que aprendimos del proceso y de los personajes. Es algo muy lindo cuando la gente se te acerca y te dice que le hizo reflexionar, que la conmovió.

¿Qué les ha dejado este documental?

José Permar: Aprendí mucho sobre México, me di cuenta de que el país es valioso por lo diverso. Hay comunidades que viven diferente, que hablan otras lenguas, algunas amenazadas de extinción. Pero conocerlos es también conocerse a uno mismo. Se reconoce uno como mexicano, con sus tradiciones. Vivimos un mes en la sierra, íbamos muy seguido a la casa de Aurelia y Pedro que, además, viven apartados de su propia comunidad. Pasamos mucho tiempo sin hablar español Omar y yo, y tampoco hablábamos mucho con Aurelia y Pedro porque no hablamos wixárika. Ellos hablan más español, pero no mucho. Nos comunicábamos con señas, viendo el paisaje que no conocíamos. Cuando escuchamos en la radio lo que sale en el documental sobre el petróleo y los dólares en México se nos puso la piel como de gallina. Era como pensar: "Oye, estamos en México, ¿te acuerdas?".

Omar Robles: Aprendimos a romper con los prejuicios que tenemos. Los mexicanos tenemos un prejuicio hacia la cultura indígena en general: o son vistos como indigentes o son idealizados. Cuando encaramos la realidad de Aurelia y de Pedro nos dimos cuenta de que tienen otra manera de vivir, y que son felices pese a que parece que carecen de muchas cosas. Es una felicidad que nosotros no conocemos, son felices en el lugar en donde viven, con sus raíces. Es algo que nosotros tal vez no podemos entender. Como occidentales creemos que lo mejor es lo que nosotros tenemos y eso no siempre es así.