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Para el ministro austriaco de Economía y Turismo, Reinhold Mitterlehner, está claro que las sanciones a Rusia tendrían repercusiones contundentes en Austria. Durante el invierno, en temporada alta, en los pequeños aeropuertos de Salzburgo e Innsbruck aterriza casi cada hora un vuelo chárter procedente de Rusia. El año pasado, un millón cuatrocientos mil rusos pernoctaron en Austria, sobre todo en regiones de esquí como Kitzbuhel. Muchos multimillonarios rusos compraron inmuebles allí. Los turistas rusos suelen aprovechar las vacaciones para hacer además negocios, dado que Austria ofrece nichos fiscales a personas adineradas.