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Ayudar a México, ¿pero cómo?

Astrid Prange (CP/ ERS)11 de noviembre de 2014

En México, la corrupción no es solo un problema nacional. Luego de la masacre de Iguala, expertos de Alemania y EE. UU. exigen ayuda internacional en la lucha contra la mafia del narcotráfico.

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Imagen: Reuters/T. Bravo

“No puede ser que países como México tengan que pagar con sangre la falta de una política antidrogas en EE. UU. y Europa”, dijo a Deutsche Welle Michael Leutert, diputado del partido alemán de La Izquierda y presidente del grupo parlamentario mexicano-alemán. Según él, México no puede resolver solo el problema de la criminalidad organizada. También el experto estadounidense en seguridad Ted Galen Carpenter pide que se abandone la política de prohibición de las drogas. EE.UU. podrá combatir mejor a los carteles mexicanos de la droga si cambia su política respecto al consumo de estupefacientes, subrayó en entrevista con DW.

“Yo aconsejaría que las campañas de esclarecimiento en EE: UU. se empiecen a enfocar urgentemente en las drogas duras, como la cocaína y la heroína, y no en la marihuana, como hasta ahora”, explica Carpenter, investigador del think tank liberal The Cato Institute, de Washington. Las campañas actuales en EE.UU. fracasaron por completo, así como la prohibición de la marihuana. La legalización de la marihuana en cuatro de los 50 estados federados solo podría ser el inicio de un alejamiento de la política prohibitiva, dice Carpenter, y exige una mayor apertura del diálogo sobre la regulación del consumo de drogas.

A fines de septiembre, en la ciudad de Iguala 43 estudiantes fueron detenidos ilegalmente y presuntamente ejecutados, incinerándose posteriormente sus restos para no dejar rastros. Hasta el momento no se han podido identificar fehacientemente los restos de sus cadáveres, por lo cual todavía se los da oficialmente por desaparecidos. El crimen de los estudiantes de Ayotzinapa sacudió los cimientos de la sociedad mexicana y desató una ola de protestas, además de revelar la infiltración del crimen organizado en los diferentes estratos de las autoridades mexicanas.

Protestas contra la desaparición de los 43 estudiantes de Iguala.
Protestas contra la desaparición de los 43 estudiantes de Iguala.Imagen: AFP/Getty Images/O. Torres

Una alianza siniestra

“El problema central de la tragedia de Iguala yace en las características inhumanas del abuso y en la conexión entre el poder político y el crimen organizado”, opina Stefan Jost, director de la oficina de la Fundación Konrad Adenauer (KAS) en México. “Para el gobierno de México, Iguala es un augurio fatídico”, añade. La preocupación por el creciente poderío de los carteles de la droga en México es otra de las razones por las que se está impulsando la firma de un acuerdo de seguridad entre Alemania y México. Desde 2011, el gobierno alemán sostiene conversaciones con México para una cooperación en el combate a la criminalidad organizada. “Cuando el texto esté listo, lo estudiaremos con sumo cuidado. Si el acuerdo es adecuado para luchar contra la impunidad en México, no me queda más que aplaudirlo”, dijo el diputado Leutert. Lo importante es, según él, que se fortalezcan los derechos ciudadanos y la esfera privada en ambos países.

Pero, mientras el gobierno alemán insta a cerrar las negociaciones ante el trasfondo de los cruentos sucesos recientes en México, los críticos exigen que se las interrumpa. La “Coordinación Alemana por los Derechos Humanos en México”, una red de iniciativas solidarias, cree que dicha cooperación sería peligrosa, ya que el Estado mexicano es parte del problema porque está infiltrado por las organizaciones mafiosas. Según esa institución, “no se puede entrenar a fuerzas especiales contra el crimen si estas trabajan a favor del crimen”.

“Un caso para La Haya”

El abogado y especialista en derecho internacional Kai Ambos aboga por que se combata la corrupción en la Justicia y en el aparato de Seguridad mexicanos llamando la atención a nivel internacional. “México es miembro de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Sería bueno llevar el caso a ese tribunal”, dijo Ambos a Deutsche Welle. La sola amenaza de que se puedan iniciar investigaciones aumentaría la presión sobre el sistema judicial mexicano, explica el abogado, que además es docente de Ciencias Criminalísticas en la Universidad de Gotinga.

Como la mayoría de los expertos, Kai Ambos opina sin embargo que la infiltración de las instituciones mexicanas por el crimen organizado es un problema principalmente nacional, que solo podrá ser solucionado a largo plazo por la misma sociedad civil mexicana. “El cambio tiene que venir desde abajo”, dice el jurista, “ya que los partidos gobernantes siempre han estado vinculados con la criminalidad organizada”.

La voluntad de cambio del pueblo mexicano podría reflejarse en las elecciones, en junio de 2015, cuando se vote la nueva Cámara de Diputados del Congreso. También se realizarán comicios parlamentarios y de gobernador en nueve de los 31 estados mexicanos.

“México tiene que salir solo del pantano”, señala Stefan Jost, pero solo podrá lograrlo si acuerda un pacto político y social que vaya más allá de la problemática de la seguridad. “En eso, la comunidad internacional seguramente podrá prestar ayuda a México”.