Ban, Renzi y Mogherini: la crisis migratoria no es italiana

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, abordó una embarcación para el rescate de migrantes en el mar Mediterráneo para hablar con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, sobre la crisis migratoria que vive el bloque europeo. "Lamentablemente este mar se ha convertido en un mar de lágrimas, en un mar de desdichas", dijo Ban a bordo de la embarcación italiana "San Giusto", en la que también estuvo presente la representante de Exteriores de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini.

El primer ministro de Italia, Matteo Renzi, por su parte, calificó de "significativa" la presencia de Ban Ki-moon y de Mogherini, su antigua ministra de Exteriores, ante quienes destacó que su país ya no está solo ante esta dramática situación: "Antes Italia estaba sola afrontando este tema, pero ahora toda la comunidad internacional es consciente de que se trata de un problema global y no de una cuestión que afecta solo a un país", dijo el jefe del Gobierno italiano. Asimismo aseguró ante los periodistas que cuenta con el apoyo de la ONU para lo que consideró "la absoluta prioridad": detener a los traficantes de seres humanos y desbaratar la red que se enriquece con las vidas de las personas.

La solución no es ni italiana ni militar

Ban enfatizó que la crisis no puede ser afrontada sólo por Italia, que, si bien es el país al que apuntan llegar cientos de migrantes ilegales desde las costas de África, se ve afectada como puerta a la UE, y subrayó que la principal batalla debe ser librada contra los traficantes de personas. No obstante, el secretario general insistió en que no es un problema que pueda solucionarse por la vía militar, instó a crear vías para permitir la migración legal y recordó que el objetivo principal de cualquier misión debe ser salvar vidas, cita la prensa italiana.

La UE celebró recientemente una cumbre para tratar esta problemática y allí decidió actuar con mayor decisión contra los traficantes de personas. El bloque europeo propuso impulsar operativos militares que puedan destruir botes antes de que sean utilizados para trasladar a gente por el Mediterráneo, pero esta propuesta requiere del respaldo oficial de Naciones Unidas.

Hace poco más de una semana más de 800 migrantes murieron en el mar Mediterráneo al naufragar la embarcación que los trasladaba desde Libia.

RML (dpa, efe)